The Diplomat
Iberdrola se ha adjudicado 50 de los 300 megavatios (MW) eólicos terrestres subastados en Polonia, lo que supone un 17 % del total de lo subastado, según informó ayer la compañía.
De esta manera, la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán impulsa su apuesta por las renovables en Polonia, donde cuenta ya con un equipo local de desarrollo, situando su capacidad eólica terrestre operativa y en desarrollo en el país en 163 MW, tras culminar recientemente su acuerdo con CEE Equity Partner, suscrito en marzo. El acuerdo incluía la adquisición de dos parques eólicos operativos, con 112,5 MW de potencia, y el acceso a un tercero, de 50 MW, confirmado en esta última subasta.
Iberdrola cuenta ya con una cartera de siete proyectos ‘offshore’ (marina), con una capacidad potencial de hasta 7.300 MW, tras la reciente adquisición del 70% del promotor Sea Wind.
La compañía trabaja en la puesta en marcha de Sea Baltic Hub, un polo renovable de servicios eólicos marinos y terrestres, además de proporcionar contenido a los proyectos de Iberdrola en el eje Alemania, Polonia y Suecia. El mar Báltico tiene un potencial de desarrollo eólico marino de 93.000 MW, de los que 28.000 MW se ubicarían en aguas polacas.
La energética señaló que la participación en la subasta de Polonia está en línea con su estrategia de posicionarse en nuevas plataformas de crecimiento renovable, y tras la docena de operaciones corporativas realizadas en el último año en países como Australia, Francia, Japón, Suecia, o Irlanda.
Uno de los grandes polos de crecimiento de la compañía para los próximos años será, precisamente, la eólica marina, donde Polonia cuenta con ambiciosos planes, ya que aspira a que el 23% de su ‘mix’ energético provenga de energías limpias al final de la década, para lo que el país prevé poner en marcha 8.000 MW eólicos en el mar.
En términos globales, la cartera eólica marina de Iberdrola asciende a 20.000 MW al cierre del primer trimestre del año, asentada sobre estas nuevas plataformas de crecimiento que permitirán al grupo alcanzar una potencia instalada en el mar de 12.000 MW al final de la década.