The Diplomat
El Gobierno ha evitado profundizar en los detalles en sus respuestas por escrito a la batería de preguntas formuladas por la oposición en relación con la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por motivos humanitarios y a la crisis diplomática desatada con Marruecos.
Así, pese a que desde la oposición se habían solicitado detalles concretos sobre las circunstancias que rodearon la decisión de acoger a Ghali y cómo se produjo su entrada en España, el Ejecutivo no ha ido más allá en sus respuestas de lo conocido hasta la fecha.
«La entrada del señor Ghali en España es fruto de una decisión tomada debido a su condición médica grave y desprovista de cualquier connotación política. La entrada se produjo con la documentación a su nombre», es la escueta contestación, a la que tuvo acceso Europa Press, con la que responde al diputado del PP Eloy Lamata.
El popular había preguntado expresamente quién había «acreditado y autorizado la entrada en España del líder del Frente Polisario», quien recibió tratamiento contra la COVID-19 en un hospital de Logroño desde el 18 de abril hasta el 1 de junio, y cómo había «pasado los preceptivos controles de frontera» y quién le había acompañado.
Con esas mismas palabras responde también el Ejecutivo a las ‘populares’ Valentina Martínez Ferro y Marta González Vázquez, que habían preguntado los motivos por los que Ghali fue admitido «a escondidas y con un pasaporte falso».
Igualmente, también preguntaron al Gobierno por qué consideró «conveniente no informar a Marruecos de su presencia en territorio español». A esta última cuestión, el Ejecutivo se limita a responder señalando que «tras el ingreso del señor Ghali en España, los servicios diplomáticos de España y Marruecos abordaron este caso en numerosas ocasiones» sin aclarar a qué nivel se produjeron los contactos.
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, pidió expresamente saber si el Gobierno había puesto a disposición de Ghali «algún medio de transporte para ser trasladado a La Rioja después de aterrizar en el aeropuerto de Zaragoza», «quién tomó la decisión del hospital al que debía ir» y los criterios que se tuvieron en cuenta para esta decisión.
«La decisión de ingresar al señor Ghali en el Hospital de San Pedro (en Logroño) fue una decisión del Gobierno de España basada en motivos sanitarios», señala la respuesta. «El traslado desde Zaragoza se llevó a cabo en ambulancia», se limita a añadir, sin más aclaraciones.
Por lo que se refiere a la crisis abierta con Marruecos, que Rabat aclaró que no está motivada por el caso Ghali sino por la posición del Gobierno respecto al Sáhara Occidental, el Ejecutivo tampoco da pistas en sus respuestas respecto a lo que se está haciendo para resolverla.
Así, a una pregunta de Junts sobre «qué medidas va a tomar el Ejecutivo para reparar sus relaciones diplomáticas con Marruecos», la respuesta se limita a remitirla a las intervenciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en el Congreso el 26 de mayo y el 9 de junio.
Igualmente, el Gobierno se muestra esquivo en su respuesta a una pregunta formulada por Ciudadanos en relación con Ceuta y Melilla tras la entrada masiva de migrantes a la primera de las dos ciudades autónomas el 17 y 18 de mayo.
Los de Inés Arrimadas preguntaron expresamente al Gobierno si estaba planeando «el bloqueo de financiación del Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación (NDICI) a Marruecos» tras constatar que el país podría acceder a unos 1.500 millones de euros de los 79.500 millones para los próximos siete años con los que está dotado dicho instrumento.
Asimismo, las diputadas de Cs María Carmen Martínez Granados y María Muñoz Vidal se interesaron por conocer «qué otras acciones tiene previsto tomar el Gobierno, tanto bilateralmente como en el seno de las instituciones de la UE, para asegurar que Marruecos respeta las fronteras españolas de Ceuta y Melilla».
En su respuesta, el Gobierno se limita a señalar que «considera la implementación del NDICI una prioridad en sus relaciones con la Vecindad Sur», que incluye a Marruecos, y destaca que este instrumento «está llamado a ser una pieza fundamental en el nuevo Pacto Sobre Migración y Asilo».
«España plantea el uso de los fondos destinados a la cooperación migratoria como una herramienta que permite desarrollar proyectos e iniciativas de interés mutuo y en beneficio recíproco», añade el Ejecutivo, sin aclarar en ningún momento si sopesa bloquear la llegada de fondos a Marruecos.
Por lo que se refiere a las fronteras de Ceuta y Melilla, se limita a expresar su agradecimiento por «la unánime respuesta de las instituciones comunitarias y de los estados miembros de la UE en las que ponían énfasis en que las fronteras externas de las dos ciudades autónomas son fronteras de la UE».