<h6></h6> <h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Izquierda Unida (IU) y Podemos, socios del Gobierno de Pedro Sánchez, no ocultaron ayer su malestar con el anuncio de que la Cumbre de la OTAN de 2021 se celebrará en España, abriendo así un nuevo frente de discrepancia en política exterior en el seno del Ejecutivo.</strong></h4> La portavoz de <strong>la dirección federal de IU, Sira Rego</strong>, fue la más contundente a la hora de oponerse a que Madrid acoja la reunión de los aliados, algo que fue presentado por Moncloa como un éxito de la participación d Pedro Sánchez en la cumbre atlántica del pasado lunes en Bruselas, y que garantizará que <strong>el presidente de Estados Unidos, Joe Biden</strong>, visite España en 2022. Rego expresó su “firme rechazo” a la celebración de la Cumbre de la Alianza Atlántica, organización a la que considera “claramente <strong>un instrumento de guerra</strong>". Según la dirigente de IU "existen prioridades inaplazables más relevantes que ejercer de país anfitrión de un cónclave de esta naturaleza", en referencia a la grave crisis sanitaria y a la recuperación económica. Reconoció Sira Rego que España debe cumplir con sus compromisos internacionales, pero señaló que “hay un tiempo para cada cosa y ni ahora ni el año próximo la primacía de los intereses diplomáticos del país es coincidente con la de los Estados que sí ostentan de verdad el control práctico de la OTAN". Rego señaló, además, que "cuando se van a cumplir 40 años del ingreso en la OTAN, tras un referéndum que dejó las cosas claras sobre el papel que cada fuerza política quería tener en la construcción de este país, y mientras se mantiene el uso de bases como las de Rota y Morón por parte de ejércitos ajenos, el balance apunta a que todo ello difícilmente ha contribuido a lograr un mundo más justo, más seguro y menos militarizado, tres de los objetivos que llevan 'vendiéndonos' sus promotores a lo largo de estas misma cuatro décadas". "Nuestra organización seguirá donde siempre lo ha hecho, al lado de las movilizaciones pacíficas y reivindicativas que a buen seguro demandará la sociedad civil sobre esta cuestión en los próximos meses. Continuaremos nuestro camino y dando todos los pasos que sean necesarios, pero preferimos hacerlo en la calle y no en pasillos bien preparados de antemano, y mucho mejor si es junto a las mismas asociaciones, plataformas, marchas y grupos con los que llevamos miles de kilómetros compartidos en los últimos 40 años", sentenció. Por su parte, el <strong>diputado de En Comú Podem y secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello,</strong> afirmó, en rueda de prensa que su organización considera que la OTAN "no es el tipo de institución de defensa" que se debería tener y, por lo tanto, "no es una medida que celebren". Y el presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, indicó que la coalición siempre ha dicho que la OTAN le parece una "organización obsoleta" y que se debe apostar por "otros modelos de defensa". Además, aseguró que los acuerdos bilaterales de seguridad tienen que ser ratificados en el Congreso y, por tanto, no es suficiente un pacto entre los socios de coalición en el Gobierno sino también de la mayoría parlamentaria que lo apoya.