<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dedicó ayer menos de medio minuto a saludar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un traslado por los pasillos de la sede de la Cumbre de la OTAN en Bruselas. En eso quedó el primer encuentro entre los dos mandatarios anunciado a bombo y platillo desde Moncloa el pasado jueves.</strong></h4> Al menos es lo que se vio en las imágenes distribuidas desde la Presidencia del Gobierno y por otros medios, en las que se aprecia a Biden y a Sánchez conversando mientras <strong>caminan durante varias decenas de metros.</strong> Sin embargo, en una rueda de prensa posterior, <strong>el jefe del Ejecutivo aseguró que la reunión había durado más que esos escasos treinta segundo</strong>s, porque había sido una “breve conversación” y después un “breve paseo”, aunque sus colaboradores no han mostrado otras imágenes que lo corroboren. Según Sánchez, esa “primera toma de contacto”, fue tan productiva que le permitió hablar con Biden de <strong>“reforzar los lazos” en materia militar y “la situación en América Latina”</strong> y hasta tuvo tiempo para transmitirle su preocupación por la situación migratoria y económica que vive esa región como consecuencia de la pandemia. Además, Sánchez dijo que felicitó a Biden por<strong> “la agenda progresista</strong> que ha puesto en marcha” y por su vuelta a “los grandes consensos multilaterales, como el Acuerdo de París sobre el clima. El presidente del Gobierno aseguró que tras este primer contacto han quedado en “continuar trabajando y colaborando y seguir en contacto”. Por el momento, es seguro que<strong> Biden visitará el próximo año España, ya que los líderes de la OTAN han acordado que Madrid sea la sede de la cumbre de 2022.</strong> La realidad es que este efímero contacto, que Moncloa vendió la pasada semana como un encuentro concertado con la Administración Biden, se parece más a <strong>los saludos fugaces del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero</strong> con el entonces <strong>presidente estadounidense, George W, Bush</strong>, aprovechando cumbres multilaterales. Zapatero, a quien Bush había “castigado” con su indiferencia por la abrupta retirada de las tropas españolas de Irak, sólo consiguió “redimirse” con la llegada a la Casa Blanca de <strong>Barack Obama</strong>, quien, en abril de 2009 le dedicó 45 minutos de su tiempo en la cumbre UE-EE UU que se celebró en Praga. Ayer, <strong>el anunciado “encuentro” con Biden, no figuraba en la agenda del presidente estadounidense,</strong> en la que sí estaban una reunión conjunta con los presidentes de los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y con el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan. La brevedad del contacto entre Biden y Sánchez movilizó al PP, cuyo presidente,<strong> Pablo Casado,</strong> criticó en su cuenta de Twitter que Moncloa hablara de “cumbre de alto nivel” y asegurando que “la realidad desautoriza a la propaganda”. Asimismo, afirmó que el presidente del Gobierno <strong>“nos ha hundido en la irrelevancia internacional”</strong> y que el PP devolverá a España “al lugar que se merece”. Y el portavoz adjunto de Exteriores del Grupo Parlamentario Popular,<strong> Pablo Hispán</strong>, avanzó que pedirán explicaciones en el Congreso de los Diputados: <strong>“Queremos saber quiénes han sido los responsables de este ridículo</strong> y de este bochorno que nos avergüenza a todos los españoles", dijo, añadiendo que el paseo demuestra “el ridículo de la política exterior española”. Por su parte, <strong>la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas,</strong> afirmó: “Lo malo de estas imágenes es que el ridículo espantoso y bochornoso lo genera un señor que en estos momentos es el presidente del Gobierno de España. El daño que Sánchez hace cada día a la imagen de nuestro país es incalculable”.