<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Parlamento Europeo aprobó ayer por amplia mayoría una resolución en la que rechaza la utilización, por parte Marruecos, de los controles fronterizos y de la migración y, en particular, de menores no acompañados, como medio para ejercer presión política contra España. Asimismo, recuerda que la protección de Ceuta como frontera exterior “concierne a toda la UE” y alaba la “respuesta eficaz y profesional” de los cuerpos de seguridad españoles para hacer frente a la crisis.</strong></h4> En una resolución aprobada con <strong>397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones</strong>, los eurodiputados lamentan que niños, menores no acompañados y familias hayan participado en el cruce masivo de la frontera entre Marruecos y Ceuta, <strong>“poniendo en peligro evidente sus vidas y su seguridad”.</strong> Asimismo, agregan que <strong>la escalada en la crisis política y diplomática no debería poner en peligro las relaciones entre Marruecos y la UE y sus Estados miembros, ni la cooperación en múltiples ámbitos.</strong> El texto recuerda que, desde el 17 de mayo pasado, se ha registrado un aumento sin precedentes de las entradas en territorio español, con cerca de 9.000 personas llegadas en Ceuta, a nado o a pie, después de que la Policía marroquí suavizara temporalmente los controles fronterizos, abriendo las puertas de su valla fronteriza, y no adoptara medidas para detener la entrada ilegal. Al menos 1.200 de esas personas eran menores no acompañados y muchos de ellos carecían de documentación, añade. Los eurodiputados piden también a España y a Marruecos que colaboren estrechamente para permitir la repatriación de los menores hasta sus familias, que debe guiarse por el interés superior del niño y llevarse a cabo de conformidad con el Derecho nacional e internacional, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Asimismo, advierten de que la Comisión Europea debe alcanzar, lo antes posible, un acuerdo de readmisión con Marruecos con las garantías jurídicas necesarias. En su resolución, la Eurocámara destaca que la crisis bilateral no está relacionada con la cuestión de la migración, sino que se desencadenó después del ingreso en un hospital español del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, enfermo de COVID-19, y que tiene que ver con <strong>la supuesta ambigüedad de la posición de España sobre el Sáhara Occidental.</strong> Por ello, la Cámara reitera <strong>la posición de la UE al respecto, basada en el pleno respeto de la legalidad internacional de acuerdo con las Resoluciones de la ONU</strong>, con vistas a alcanzar una solución negociada justa, duradera, pacífica y mutuamente aceptable. Los eurodiputados también trasladan su solidaridad a los ceutíes y subrayan que <strong>“Ceuta es una frontera exterior de la Unión cuya protección y seguridad concierne a la Unión en su totalidad”,</strong> al tiempo que instan a la Comisión a facilitar fondos de emergencia para hacer frente a la situación en la ciudad, incluida la financiación de capacidades adicionales de acogida para los menores no acompañados. También destacan <strong>la inviolabilidad de las fronteras nacionales de los Estados de la UE</strong> y el respeto pleno, no negociable, de su integridad territorial. La resolución aplaude también la <strong>“respuesta eficaz y profesional de los cuerpos de seguridad y del Ejército españoles” en la Ciudad Autónoma, así como de las ONG y de los ciudadanos de Ceuta</strong>, para hacer frente a la crisis y ayudar a salvar numerosas vidas. Por último, valora la protección proporcionada a los menores no acompañados por las autoridades españolas. Por otra parte, <strong>el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba</strong>, y el secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública, Víctor Francos, viajaron ayer a Ceuta para reiterar el compromiso del Gobierno de España con la Ciudad Autónoma y para abordar la situación generada tras la crisis de mayo y analizar las perspectivas de futuro. González-Barba, aseguró, en declaraciones a los periodistas, que el Gobierno "está considerando" la posibilidad de "<strong>que se suprima el régimen especial que para las ciudades autónomas se dispuso cuando España ingresó en Schengen</strong>", una excepcionalidad que permite a los residentes en las provincias marroquíes de Tetuán y Nador acceder sin visado a Ceuta y Melilla, respectivamente. "De esa forma el control fronterizo pasaría a estar en el paso con Marruecos" y no en el puerto, ha explicó González-Barba, quien advirtió de que se trata de "un asunto de enorme calado que precisa del máximo consenso tanto en la ciudad como entre las fuerzas políticas nacionales".