The Diplomat
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se vio ayer nuevamente obligada a abordar la crisis diplomática con Marruecos en el pleno del Congreso de los Diputados, en el que el PP la acusó de haber “conseguido que España sea irrelevante en la UE, en EEUU, en Iberoamérica y en el norte de África”.
González Laya intervino en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados para responder a dos preguntas relacionadas con Marruecos y el Sáhara Occidental. En primer lugar, la portavoz de Exteriores del PP, Valentina Martínez Ferro, preguntó si “considera la ministra de Asuntos Exteriores que está resolviendo de forma satisfactoria la crisis abierta entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Reino de Marruecos”.
Asimismo, la diputada opositora responsabilizó directamente a la ministra de haber autorizado la entrada en España del líder del Frento Polisario, Brahim Ghali, y de haber querido “dar carpetazo” al asunto “emulando el éxito de la ‘operación Delcy’, una chapuza propia de amateurs y no de una ministra de Exteriores”. “No pedimos que resuelva la crisis” con “su diplomacia discreta”, ya que “no da puntada sin lío”, prosiguió. “Le pedimos que deje de hacer el ridículo, creyendo que nos engaña cuando lo que ocurre es que la que no se entera de nada es usted. ¿Nos puede decir qué está pasando con la política exterior española?”, continuó Martínez Ferro.
“Señora Laya, usted venía a traer a España de vuelta, pero ha conseguido que España sea irrelevante en la UE, en EEUU, en Iberoamérica y en el norte de África”, denunció. “Ha dilapidado nuestra credibilidad y lo ha convertido en debilidad”, aseguró la diputada, quien recordó, como dos ejemplos de sus argumentos, que el Consejo Europeo no haya expresado su apoyo a España en la crisis con Marruecos o que el presidente estadounidense, Joe Biden, todavía no se haya puesto en contacto con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
En sus respuestas, González Laya reiteró su habitual argumento de que España desea seguir desarrollando su relación y su cooperación con Marruecos, que ha sido “modélica en muchos ámbitos” y “beneficiosa para ambos países” y que seguirá dando “frutos” en el futuro. Asimismo, aseguró que “el Gobierno ni ha buscado ni alimentado una crisis entre España y Marruecos” y, por eso, su objetivo es “mirar al futuro y con diálogo”. Aparte, la ministra pidió al PP que “trabaje por el bien común de los españoles” mediante “una vuelta a la política de Estado”.
Posteriormente, el diputado Jon Iñarritu, de Bildu, preguntó a la ministra si España se reafirma en el apoyo a la ONU y la libre determinación del Sáhara Occidental y reclamó al Gobierno que reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y “se implique activamente” tanto en la defensa de la autodeterminación de los saharauis como en el ejercicio efectivo de este derecho.
En su respuesta, González Laya volvió a tirar de sus argumentos habituales y aseguró que “la posición de España con respecto al Sáhara es una política de Estado, por eso es constante, no la ha cambiado este Gobierno y francamente no la va a cambiar porque está anclada en principios irrenunciables como son la defensa del multilateralismo y el respeto de la legalidad internacional, ambos pilares de la acción exterior”. Esta posición de España, añadió, no es distinta de las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sáhara, en la que no se reconoce la soberanía de Marruecos sobre este antiguo territorio español. “Esta es la posición que apoya España, esta es la que ha sido y esta es la que va a ser”, aseguró.
Marruecos acusa a España de europeizar la crisis
Mientras, el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, afirmó ayer que el Gobierno español “trata de europeizar una crisis que es bilateral” entre Marruecos y España y que “no terminó el 1 de junio” con la salida de Logroño del líder saharaui Brahim Ghali, informa Efe.
“La crisis está ahí porque siguen sus causas profundas”, continuó Bourita, que se expresó así durante una comparecencia ante la prensa, en Rabat, tras la visita de su homólogo húngaro, Peter Szijjarto. Hasta en cuatro ocasiones repitió que “la crisis es bilateral” y “política”, mientras que España “trata de europeizarla y desviarla de sus causas conocidas, cada vez reconocidas por más actores”, dijo.
«Europeizar esta crisis es una huida hacia adelante, una forma de desviar la atención”, señaló, Bourita, para quien “Marruecos está satisfecho de su relación con la Unión Europea y su cooperación multiforme con ella”.
El Parlamento Europeo votará este jueves una moción sobre “la utilización de niños por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria con Ceuta”, y la posibilidad de que constituya una violación de la Convención de los derechos del niño de la ONU.