<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno ha asegurado que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, entró en España con un pasaporte legal expedido en Argelia en el que figuraba su verdadero nombre y que la decisión de ingresarlo en el hospital de Logroño con un nombre falso fue decidida personalmente por él y por los responsables del centro para preservar su identidad.</strong></h4> Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraron ayer que Ghali portaba <strong>un pasaporte que “cumplía los requisitos ordinarios” y que había sido expedido por Argelia</strong>, algo que es habitual en los saharauis que quieren entrar en España. Asimismo, <strong>insistieron en que el documento no fue expedido por las autoridades españolas y que Gobierno no participó en la decisión de ingresarlo en el hospital con un nombre falso</strong>, que fue tomada “libremente” por el propio Ghali. Las mismas fuentes desmintieron también las “especulaciones” sobre <strong>la supuesta inmunidad que habría ofrecido el Gobierno español a Ghali de cara a la investigación abierta en su contra por la Audiencia Nacional </strong>por supuestos de crímenes de guerra y aseguraron que si se produjese la citación judicial, el dirigente saharaui tendría que acatarla “como cualquier persona que se encuentre en territorio español”. Según informaron fuentes judiciales a Europa Press, el juez del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la <strong>Audiencia Nacional</strong>, Santiago Pedraz, no tiene constancia de que Brahim Ghali haya entrado en España bajo la identidad falsa de Mohamed Bembatouche y tampoco tiene previsto indagar en ese asunto por considerar que no es de su competencia. En todo caso, este asunto podría acabar en los juzgados de La Rioja, ya que el líder saharaui fue ingresado en el Hospital de San Millán-San Pedro, en Logroño, o en algún juzgado de Aragón, porque fue enviado en ambulancia desde Zaragoza. En cualquier caso, Pedraz espera tomarle declaración el martes 1 de junio para que responda como investigado. Las citadas fuentes de Exteriores no pudieron aportar ningún detalle sobre el actual estado de salud del presidente de la RASD y líder del Frente Polisario, cuyo ingreso se produjo por motivos “estrictamente humanitarios” para atenderle del COVID-19 y no entraña <strong>“ninguna valoración sobre la relación con Marruecos, un aliado estratégico y positivo de España en muchas dimensiones importantes”.</strong> En todo caso, las mismas fuentes aseguraron también que la crisis diplomática abierta con Rabat por la entrada de Ghali –la mayor desde el asalto a la Isla de Perejil, en julio de 2002-, que se tradujo en la reciente entrada masiva de 8.000 migrantes en Ceuta ante la pasividad de las autoridades marroquíes, no tiene por qué afectar a <strong>la Reunión de Alto Nivel (RAN)</strong> entre los dos países, que ha sido aplazada en dos ocasiones a causa de la situación epidemiológica en el país norteafricano y que sigue sin tener una fecha concreta porque Marruecos mantiene cerrada la conectividad con “un número elevado de países”. “Continúan las conversaciones”, precisaron. Otro aspecto que tampoco parece preocupar mucho al Gobierno español es <strong>la falta de posicionamiento por parte de Estados Unidos respecto al asalto en Ceuta</strong>. Según las fuentes, los contactos entre Washington y Rabat están centrados, fundamentalmente, en la actual crisis de Oriente Próximo entre Israel y Palestina y, por ello, Estados Unidos “no tiene ninguna posición específica” sobre la crisis fronteriza con España. “Tampoco se la hemos solicitado, es un problema estrictamente europeo”. Al respecto, la portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Nabila Massrali, ha asegurado que <strong>el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell</strong>, mantuvo el jueves por la noche una conversación telefónica con <strong>el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita</strong>, en la que no abordó la posible congelación de los fondos que aporta la Unión a Marruecos para la gestión de su frontera (Marruecos es el segundo país de África que más ayudas recibe de Bruselas para la gestión migratoria, con cerca de 250 millones de euros en los tres últimos años) y se limitó a reiterar la intención de la UE de abordar conjuntamente la situación en Ceuta. Los temas de Marruecos y de la gestión migratoria tampoco figuran, de momento, en la agenda del <strong>Consejo Europeo</strong> de los próximos 24 y 25 de mayo, al que acudirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que abordará, en principio, la pandemia del COVID-19, el cambio climático, la situación en Rusia y las relaciones entre la UE y el Reino Unido. El pasado jueves por la noche, <strong>Nasser Bourita</strong> aseguró a la agencia estatal de noticias MAP que Marruecos seguirá “reclamando aclaraciones” a España en relación con Ghali, porque “éste es el fondo de la crisis” y las explicaciones humanitarias del Gobierno español “no engañan a nadie”. “España está haciendo que Europa pague el precio de su torpeza y debe explicar cómo un país miembro de la UE admite a personas con identidades falsas en territorio europeo y cómo puede albergar a alguien procesado por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, violación y violaciones de Derechos Humanos”, añadió. Asimismo, aseguró que la UE no da a su país “ni el 20 por ciento del coste que asume Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal”.