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El Parlamento Europeo ha aprobado por amplia mayoría el acuerdo que regulará las relaciones entre la UE y el Reino Unido, aunque ha pedido a Londres que “actúe de buena fe” en lo que se refiere al Protocolo sobre Irlanda. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha recordado al respecto que “el cumplimiento de lo pactado es fundamental para una relación con Reino Unido basada en la confianza”.

El visto bueno de la Eurocámara salió ayer adelante con 660 votos a favor, cinco en contra y 32 abstenciones. “El Parlamento Europeo ha dado la luz verde al acuerdo de comercio y cooperación entre Unión Europea y Reino Unido”, declaró González Laya a través de su cuenta de Twitter. “Ésta es la base para la nueva relación entre la UE y el Reino Unido, queda mucho por hacer”, prosiguió. “España buscará impulsar las relaciones sobre la base de la confianza y el interés mutuo”, concluyó.

El 24 de diciembre de 2020, los negociadores de la UE y el Reino Unido rubricaron un Acuerdo de Comercio y Cooperación que establece las normas de la cooperación bilateral futura. El acuerdo se aplica de manera provisional desde el 1 de enero a fin de minimizar los efectos de un cambio brusco en la relación, pero para su entrada definitiva en vigor se necesitaba la aprobación del Parlamento Europeo antes de mañana, 30 de abril, cuando concluye el periodo transitorio.

El acuerdo establece cero cuotas y cero aranceles entre la UE y el Reino y las garantías para una competencia justa “pueden servir de modelo para futuros acuerdos comerciales”, según señala la resolución aprobada por el Parlamento Europeo, preparada por el Grupo de Coordinación para el Brexit y la Conferencia de Presidentes. Asimismo, la Eurocámara respalda las cláusulas relativas a la pesca, el consumo, el tráfico aéreo y la energía y lamenta que Londres se haya negado a extender el pacto a los ámbitos de política exterior, seguridad y desarrollo, así como a participar en el programa de intercambio de estudiantes Erasmus+.

El texto –que no hace ninguna alusión al caso de Gibraltar- recuerda que la preservación de la paz en el conjunto de la isla de Irlanda es uno de sus principales objetivos en el marco de la relación con Reino Unido, por lo que condena las recientes acciones británicas que suponen “una vulneración del Acuerdo de Retirada” y pide al Gobierno británico que “actúe de buena fe y aplique plenamente los términos de los acuerdos que ha firmado”, incluido el Protocolo sobre Irlanda del Norte, “sin demora y sobre la base del calendario pactado con la Comisión Europea”.

El pasado 3 de marzo, el Gobierno de Boris Johnson decidió, unilateralmente, aplazar hasta el 1 de octubre el inicio de la aplicación de los controles de aduana a las mercancías enviadas desde el Reino Unido hasta Irlanda del Norte, en lugar de la fecha inicialmente prevista del 1 de abril. Con esta decisión, Londres contravenía el Protocolo sobre Irlanda del Acuerdo con la UE, que provocó las mayores fricciones entre Londres y Bruselas durante las negociaciones y cuyo objetivo era evitar una nueva frontera entre las dos Irlandas y preservar, con ello, el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de 1998. Tanto la UE como el Gobierno irlandés denunciaron la maniobra de Johnson y la Comisión Europea ha iniciado un procedimiento de infracción.

Precisamente, González Laya advirtió este pasado martes en el pleno del Senado de que “el Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte es el mejor medio para proteger la paz”, porque “evita la frontera física, permite el funcionamiento de la economía de la isla y salvaguarda el mercado único”, y lamentó, por ello, las “medidas unilaterales” adoptadas por Londres. Por ello, declaró –en respuesta a una pregunta del senador Luis Jesús Uribe-Etxebarría, del PNV- que para España es “esencial que los Estados miembro mantengan su unidad y su apoyo para que sea la Comisión Europea la que exija firmeza” a Londres. “El cumplimiento de lo pactado es fundamental si queremos tener en lo sucesivo una relación con Reino Unido basada en la confianza”, agregó.

Una vez aprobado el Acuerdo, la Eurocámara se encargará del “seguimiento y aplicación” del texto, “también a la hora de tomar decisiones importantes unilaterales de la Unión”. Aparte, “el Acuerdo entrará en vigor una vez que el Consejo lo concluya formalmente antes del 30 de abril”, añadió el Parlamento Europeo.