<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Princesa de Asturias ejerció ayer, en Cartagena, como madrina de la puesta a flote del submarino S-81 'Isaac Peral', el primero de la serie S-80 de Navantia, destinado a la Armada Española, y uno de los más avanzados del mundo.</strong></h4> La ceremonia, presidida por Sus Majestades los Reyes, tuvo lugar en la dársena de la naviera en el astillero de Cartagena, y contó también con la presencia de la Infanta doña Sofía, la ministra de Defensa, Margarita Robles; el presidente de la Comunidad de Murcia, Fernando López Miras; el secretario de Estado de España Global, Manuel Muñiz; la presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, Belén Gualda; y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. Asimismo, estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Defensa, entre ellas, el jefe de Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell; y los embajadores en España de en España de Marruecos, India, Grecia, Australia y Canadá. Antes de la ceremonia, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales visitaron la planta de ingeniería del astillero y el Centro de Diseño Virtual (CDV), en el que pudieron hacer una visita virtual al submarino. Después, asistieron a la proyección de un vídeo sobre el centenario de la puesta a flote del primer submarino en las instalaciones de Navantia, y tuvieron lugar las intervenciones del presidente de Navantia, el jefe del Estado Mayor de la Armada y la ministra de Defensa. Ricardo Domínguez señaló que el programa “brinda al tejido industrial español y particularmente a Navantia una enorme proyección internacional y oportunidades en otros países” y que la empresa espera repetir con él los éxitos conseguidos con la F-100 y con los buques anfibios ‘LHD’. Por su parte, el Almirante Martorell manifestó o que “el submarino es la prueba de la capacidad industrial española y de su apuesta decidida por la innovación tecnológica”. Añadió que “el S-80 aporta a la Armada, junto a la capacidad de proyección que representa el tridente buques anfibios, infantería de marina y aviación embarcada, los escoltas y la fuerza de acción marítima, los medios que la hacen relevante en el contexto internacional”. Finalmente, Margarita Robles aseguró que era un día “histórico para España”, subrayando que el submarino, al que calificó de “obra maestra”, es “ciencia, innovación, tecnología, es futuro”. Tras los discursos, doña Leonor cortó la cinta que activaba el mecanismo por el cual el S-81 recibió el impacto de una botella, como establece el ceremonial marítimo, y fue bendecido por el capellán. El acto concluyó con el himno nacional y la instantánea de los Reyes y sus hijas junto al submarino y una segunda fotografía de grupo con la dotación de quilla del submarino S81. Con el programa S-80, España entra -según indica Navantia- en el reducido grupo de países que pueden diseñar y construir submarinos, un desafío enormemente complejo puesto que se trata de buques que deben operar de forma autónoma en un entorno hostil. Es, por lo tanto, una clara apuesta por el desarrollo tecnológico nacional, lo que potenciará la independencia estratégica de la defensa del país y la proyección internacional del tejido industrial español. Los S-80 serán, por lo tanto, los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo, lo que ha despertado el interés de varias marinas de otros países y ha abierto una puerta al mercado internacional en un sector altamente tecnológico.