<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El eurodiputado socialista Ignacio Sánchez Amor ha propuesto a la Comisión Europea explorar la creación de una Escuela Diplomática Europea, en el marco de los proyectos que el Parlamento Europeo presenta a la Comisión para que se conviertan en programas permanentes de financiación de la UE.</strong></h4> Estos proyectos son primeramente seleccionados en el Parlamento, entre un gran número de iniciativas, para que la Comisión Europea lleve a cabo una pre-evaluación. La propuesta ha sido seleccionada como una de las dos iniciativas del Grupo de los Socialistas y Demócratas que la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara ha presentado al Ejecutivo comunitario. Sánchez Amor propone a la Comisión que analice, en el marco actual, las posibilidades para la creación de una Escuela Diplomática Europea, algo que no existe en el marco de la Unión y que el eurodiputado extremeño considera que <strong>sería “un paso adelante y decisivo en la madurez de la política exterior de la UE”</strong>. Esta propuesta forma parte de un proyecto más amplio, en el que se examinan aspectos horizontales de la política exterior, así como los instrumentos y las herramientas para su madurez y desarrollo, entre los que estará también<strong> estudiar la carrera profesional en diplomacia europea y el modelo de embajada de la UE</strong>. Para ello, Sánchez Amor colabora con diferentes expertos y académicos españoles, en la preparación de propuestas. Actualmente, el servicio diplomático de la UE está compuesto por un personal experto transferido por el Consejo de la UE, la Comisión y los servicios diplomáticos de los Estados Miembros de la UE. Con una Escuela Diplomática, propia de la UE, la Unión sería capaz de formar un cuerpo diplomático con valores y objetivos comunes que representen y defiendan mejor los principios e intereses fundamentales de la UE en el mundo, según el eurodiputado. Además, Sánchez Amor afirma que una Escuela como esta sería “un elemento de madurez en el Servicio Europeo de Acción Exterior, que debería ser autónomo de personal, haciendo posible una formación integral europea para su personal desde un principio y posibilitando una verdadera carrera profesional diplomática europea”. “Esta iniciativa -agrega- podría ayudar a solventar varios de los múltiples desafíos de la política exterior de la UE, y propiciaría el progreso en la integración, autonomía y unidad de la Unión, asegurando una cultura estratégica en este ámbito que fortalezca su capacidad de actor internacional acorde con la ambición de una Comisión Europea geopolítica”.