Eduardo González
El anuncio de Alemania de que podría comprar por su cuenta la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19 no va a alterar la postura del Gobierno español en favor de la estrategia europea basada en la adquisición centralizada de fármacos que cuenten con la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), según fuentes diplomáticas.
El ministro alemán de Sanidad, el conservador Jens Spahn, ha anunciado su intención de iniciar conversaciones bilaterales con Rusia con vistas a la posible compra de Sputnik V en caso de que esta vacuna reciba la autorización de la EMA para su aplicación en Europa. Spahn aseguró también que “Rusia deberá suministrar datos” sobre la eficacia y seguridad de la vacuna.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha insistido hasta la fecha en su apoyo firme al proceso liderado por la Comisión, tal como recordó este pasado jueves en Riga la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien aseguró que “en España solo se pueden inocular las vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento” y calificó de “ocurrencia” el propósito de la Comunidad de Madrid de intentar adquirir la vacuna rusa Sputnik V.
Hasta la fecha, Bruselas sólo ha aprobado la compra de las vacunas AstraZeneca, Pfizer/BioNTEch, Moderna y Janssen. No obstante, la propia Comisión reconoció este jueves que los Estados miembros son libres de comprar otras vacunas.
Al respecto, las mismas fuentes diplomáticas recordaron que el proceso europeo exige, desde el principio, que las compras se limiten a las vacunas autorizadas por la EMA y advirtieron que, de momento, los fabricantes de Sputnik V no ha solicitado la autorización de este organismo europeo. Por ello, si la farmacéutica rusa decidiera someterse a la valoración de la Agencia y ésta finalmente autorizase la vacuna, la siguiente decisión correspondería a la Comisión. Mientras eso no suceda, advirtieron, sería “precipitado hacer una valoración sobre lo que haría España”.