<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La nueva embajadora de Bolivia en España, Nardy Suxo Iturry, hizo entrega ayer de sus Copias de Estilo ante la segunda introductora de Embajadores, María Sebastián de Erice. Con este acto, celebrado en </strong><strong>el Ministerio de Asuntos Exteriores, </strong><strong>la nueva representante boliviana podrá comenzar su actividad en nuestro país a la espera de presentar las Cartas Credenciales ante el Rey.</strong></h4> <strong>Nardy Suxo fue ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción y una de las más estrechas colaboradoras del ex presidente Evo Morales.</strong> Con su nombramiento, que fue aprobado el pasado mes de febrero por la Cámara de Senadores de Bolivia, quedó <strong>cerrada formalmente la crisis diplomática desatada a finales de diciembre de 2019 entre Bolivia y España</strong>, durante el Gobierno provisional de Jeanine Áñez, que provocó que, durante bastantes meses, no hubiera embajadores ni en Madrid ni en La Paz. La crisis comenzó tras la expulsión de dos diplomáticos españoles destinados en la capital boliviana a causa de un incidente ocurrido en la residencia de la rmbajadora de México en La Paz, al que siguió la expulsión de tres miembros de la Embajada de Bolivia en Madrid. Tras <strong>la elección como presidente de Bolivia de Luis Arce y la vuelta del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales al poder</strong>, España aceleró la normalización de las relaciones bilaterales y, en noviembre, envió a la toma de posesión del nuevo mandatario una inusual delegación para ese tipo de actos, conformada por el Rey, el entonces vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Nardy Suxo fue una de las más estrechas colaboradoras del ex presidente Morales tras su nombramiento, en 2006, como viceministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, despacho que posteriormente se convirtió en Ministerio. Allí permaneció nueve años, hasta 2015, cuando fue destinada como embajadora representante permanente ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra. Tras ser postulada, en 2018, por el Gobierno boliviano para juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en junio de 2019 fue nombrada embajadora en Austria, puesto en el que sólo estuvo cinco meses, ya que en noviembre fue destituida por el Gobierno de Áñez.