<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Ministros autorizó ayer a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la constitución en Arabia Saudí de una filial de Navantia, denominada Navantia Saudi Arabia.</strong></h4> <strong> </strong> La creación de esta sociedad filial, que estará dotada con un capital social de 3,4 millones de euros suscrito al 100% por la compañía pública naval, responde a las exigencias del <strong>contrato firmado en 2018 con Arabia Saudí, por importe de 1.813 millones de euros, para el diseño, construcción y entrega de cinco corbetas <em>Avante 2200</em>.</strong> En función del contrato –que incluye, entre otros servicios, un paquete logístico, la formación de las tripulaciones y del personal de mantenimiento de la Base Naval de Yedá, el suministro de equipos y sistemas de apoyo y el apoyo al ciclo de vida de los buques durante cinco años desde la entrega de la primera unidad, prorrogable para otro quinquenio-, <strong>las actividades que se realicen en territorio saudí deberán ser ejecutadas por una sociedad filial creada en este país</strong>. En virtud de este compromiso, Navantia Saudi Arabia se encargará de la operación y el mantenimiento de buques especiales y su equipo. Entre las otras actividades que podrá promover esta filial figuran las de gestionar los programas en ese país que hayan sido contratados por Navantia, la participación en el diseño de los productos de Navantia para Arabia Saudí u otros países del Golfo, el asesoramiento técnico y la prestación de servicios de ingeniería logística durante el ciclo de vida de los buques de la Marina Real Saudí u otros países del Golfo, el suministro de materiales y de sistemas y equipos para la Base Naval, la formación y desarrollo de actividades de I+D y la creación de una red local de suministradores. <strong>Navantia botó el pasado 28 de marzo, en San Fernando, la tercera de las cinco corbetas que está construyendo en los astilleros de Bahía de Cádiz para la Marina Real de Arabia Saudí (RSNF) en el marco del programa <em>Avante 2200</em>.</strong> El contrato, en vigor desde noviembre de 2018, fortalece el futuro inmediato de Navantia y supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas, es decir, 6.000 empleos anualmente durante cinco años, en todos los astilleros de la compañía, en especial en la Bahía de Cádiz. El último buque deberá ser entregado en el año 2024.