José Antonio de Yturriaga
Embajador de España y profesor de Derecho Diplomático
Estimado Sr. Minder:
Nos conocimos en marzo de 2019 en una reunión “off the record” en Madrid con varios periodistas, en la que algunos miembros del Foro de Profesores le dimos una versión sobre la situación en Cataluña distinta a la que mantenía en sus artículos en el “New York Times”. Creí que estaba mal informado e influenciado por la propaganda independentista y, por ello, he tratado desde entonces de facilitarle información fidedigna de lo que ocurre en Cataluña. No parece que haya producido mucho efecto, pues sigue con sus opiniones partidistas, como se ha puesto de manifiesto en su artículo “Spain Hoped Catalonia´s Separatists Would Fade . They´re Gaining Ground”, que contiene imprecisiones, omisiones, medias verdades y alguna mentira. A veces las medias verdades son peores que las mentiras por que dan apariencia de objetividad.
Afirma que los partidos pro-independentistas han vencido en las elecciones catalanas y alcanzado la mayoría de votos y de escaños en el Parlament, y que, dentro del campo independentista, ha ganado el partido moderado de izquierdas ERC. Los partidos separatistas han perdido, sin embargo, 718.644 votos en relación con las elecciones de 2017, pero como consecuencia del injusto sistema electoral -que favorece a las provincias del interior menos pobladas y más nacionalistas- le ha permitido consolidar su mayoría parlamentaria, pese a que los tres partidos independentistas sólo han obtenido el 48% de los votos. Ello no se ha debido a la aportación de ERC –que de moderado tiene bien poco-, sino al partido radical antisistema CUP, que ha aportado cinco nuevos escaños. Con una abstención del 46.4%, los votos obtenidos por estos tres partidos suponen el 26.9% del electorado catalán y el 3% del español ¿Cree Vd que estos porcentajes reflejan la voluntad del pueblo catalán y permiten declarar unilateralmente la independencia de una región que forma parte integrante de España?
Respecto al rapero Pablo Hasel, ha afirmado que se encuentra en prisión por exaltar el terrorismo y denigrar a la monarquía en sus canciones, pero silenciado que ha sido condenado por los tribunales en diversas ocasiones no sólo por injurias y calumnias en sus “tweets” y enaltecimiento del terrorismo, sino también por falso testimonio, obstrucción a la justicia, resistencia a la autoridad, allanamiento, amenazas a un testigo y lesiones a un periodista. El pensamiento no delinque, pero la palabra sí, y aún más si le sigue una acción delictiva. Vd. conoce perfectamente los hechos, pero los ha ocultado a sus lectores. Si un funcionario público puede ser acusado legalmente de prevaricación, un periodista podría serlo moralmente de “prevaricación periodística”, si violara las normas éticas del periodismo. Vd es muy libre de opinar que una parte minoritaria del pueblo catalán tiene derecho a decidir unilateralmente la independencia de Cataluña o que el delincuente Hasel se encuentra en la cárcel por haber ejercido su derecho de libre expresión sin haber violado norma alguna, pero creo que un periodista no debe confundir o mezclar los hechos objetivos con las opiniones subjetivas. Lamento que siga con un “parti pris” en la cuestión de Cataluña y que s crónicas contribuyan a afianzar la actitud de su periódico que, con sus frecuentes críticas, no favorece la posición de los Gobiernos democráticos de España.
Atentos saludos
Madrid, 20 de febrero de 2021
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