The Diplomat
El Secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba, ha viajado a París, donde mantuvo reunión de trabajo con su homólogo francés, Clément Beaune, en la que, entre otras cosas prepararon la celebración el próximo día 15 de la XXVI Cumbre Bilateral entre España y Francia, la primera desde hace cuatro años.
González-Barbay y Beaune, que visitó a su vez Madrid a finales de 2020, repasaron el estado de las relaciones bilaterales, que se quiere relanzar en la cumbre. En esa cita está previsto que se firme el tratado de doble nacionalidad entre España y Francia, el primero que firma nuestro país con otro estado no miembro de la comunidad iberoamericana.
Asimismo, abordaron la Conferencia sobre el Futuro de Europa, para la que González-Barba presentó a su homólogo las propuestas españolas centradas en el desarrollo de la ciudadanía europea, la atención a territorios con desventajas geográficas graves, la participación de las ciudades y la apuesta por el deporte como refuerzo del sentimiento de pertenencia común al proceso europeo, según informa una nota del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Igualmente trataron sobre la reforma del Pacto sobre Migración y Asilo y el futuro de Schengen, un asunto en el que González-Barba insistió en que es prioritario para España.
En el encuentro, también se analizó el asunto de los certificados de vacunación, que España quiere sean impulsados a nivel europeo, asegurando la protección de datos y la no discriminación.
Durante la visita, González-Barba mantuvo reuniones con varios parlamentarios franceses, entre ellos los presidentes de la Comisión de Asuntos Exteriores y de Asuntos Europeos de la Asamblea Nacional, Jean-Louis Bourlanges y Sabine Thillaye, respectivamente-
El Secretario de Estado mantuvo también un encuentro con empresarios franceses y españoles para comprobar el estado de nuestras relaciones económicas y comerciales, y un encuentro por videoconferencia con el Director del Polo Europeo e Internacional de la Patronal francesa MEDEF, Bernard Spitz.
Su estancia en París permitió a González-Barba visitar el Instituto Cervantes en la capital gala, comprobando la buena salud de la lengua y de la cultura española en Francia. De hecho, en torno a 3,2 millones de estudiantes franceses de enseñanza media aprenden español y se ha convertido en la segunda lengua extranjera, solo por detrás del inglés.