<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español condenó ayer enérgicamente, al igual que el resto de la comunidad internacional, el golpe de Estado militar perpetrado por el Ejército en Myanmar.</strong></h4> El Ejército birmano anunció ayer, a través de la televisión militar, que había tomado el poder y declarado el estado de emergencia por un periodo de un año después de detener a la consejera de Estado del país (y jefa <em>de facto</em> del Gobierno), Aung San Suu Kyi, junto con el presidente, Win Myint, y otros altos cargos del Gobierno. La sublevación militar se produjo en medio de un ambiente de tensión por las críticas del Ejército a los resultados de las elecciones generales del pasado mes de noviembre, en las que obtuvo la victoria la Liga Nacional para la Democracia. <strong>“España condena el golpe de Estado en Myanmar”</strong>, declaró <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez</strong>, a través de su cuenta de Twitter. “Pedimos la inmediata liberación de todas las personas detenidas y el restablecimiento del proceso democrático”, prosiguió. “La Constitución y los resultados electorales deben ser respetados”, agregó. Por su parte, <strong>el Ministerio de Asuntos Exteriores</strong> condenó “enérgicamente” el golpe de Estado e hizo <strong>“un llamamiento a la liberación inmediata de los responsables electos detenidos esta madrugada”</strong>. “Las disputas electorales deben resolverse pacíficamente y por los cauces legalmente previstos”, prosiguió el departamento de Arancha González Laya a través de Twitter. “Las elecciones del 8 de noviembre permitieron expresar la voluntad democrática al pueblo de Myanmar y sus resultados deben ser respetados”, concluyó. El golpe de Estado fue rechazado por el conjunto de la comunidad internacional. <strong>El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres</strong>, condenó “firmemente” la detención de Aung San Suu Kyi y otros dirigentes del país y el <strong>alto representante de la UE, Josep Borrell</strong>, exigió “la liberación inmediata de todos los detenidos”. Por su parte <strong>el presidente de Estados Unidos, Joe Biden</strong>, publicó una declaración en la que calificó el golpe de Estado como un “asalto directo a la transición del país, a la democracia y el Estado de derecho” y aseguró que Washington ”defenderá la democracia donde sea que esté siendo atacada”. Asimismo, <strong>el nuevo secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken</strong>, hizo “un llamamiento a los líderes militares de Myanmar para que liberen a todos los funcionarios gubernamentales y líderes de la sociedad civil y respeten la voluntad del pueblo de Myanmar expresada en elecciones democráticas”. El portavoz del <strong>Ministerio de Asuntos Exteriores de China</strong>, Wang Wenbin, mantuvo durante su rueda de prensa diaria un tono más comedido, en el que expresó su deseo de que “todas las partes gestionen sus diferencias dentro del marco legal y constitucional, y mantengan la estabilidad política y social”.