<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, instó ayer a los países del G5 Sahel y de la Alianza por el Sahel a concentrar sus esfuerzos en favor de las zonas y sectores “más vulnerables” y a apoyar la respuesta de los Gobiernos de la región a “los retos sanitarios, económicos y sociales causados por la pandemia del COVID-19”.</strong></h4> González Laya participó ayer, en calidad de presidenta de turno, en la <strong>Asamblea General de la Alianza por el Sahel</strong>, que se celebró en la capital de Chad, Yamena, al margen de la séptima sesión ordinaria de la Conferencia de Jefes de Estado de Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger (G5). El encuentro concluyó con la aprobación de una <strong>Declaración Conjunta</strong> en la que los miembros de la Alianza reafirmaron su compromiso con las prioridades del G5 Sahel para lograr una mejora duradera de las condiciones de vida de las poblaciones de la región y pidieron el despliegue del Estado en las zonas más frágiles para restablecer la seguridad y garantizar la prestación de servicios públicos a la población. La Alianza por el Sahel, el organismo que coordina los fondos de desarrollo que se destinan a los países del G5, fue creada en julio de 2017 por Francia, Alemania y la UE, junto al Banco Africano de Desarrollo y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Desde entonces se han unido a esta iniciativa Italia, España, Luxemburgo, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Noruega e Irlanda. González Laya asumió la presidencia de la Asamblea General de la Alianza por el Sahel el 24 de junio de 2020. La Alianza reúne actualmente a 25 socios bilaterales y multilaterales, 14 como miembros de pleno derecho y once como observadores. Durante su intervención, la jefa de la diplomacia española destacó los “logros” alcanzados por la <strong>asociación entre los países del G5 Sahel y la Alianza por el Sahel, que han permitido alcanzar “resultados concretos y tangibles”,</strong> especialmente en lo que respecta al acceso a los servicios esenciales, unos resultados que “demuestran un compromiso creciente y unas modalidades de intervención más eficaces por parte de los miembros de la Alianza”. “Desde su lanzamiento en 2017, el número de proyectos financiados se ha duplicado, al igual que los compromisos financieros (de 7.300 a 16.900 millones de euros) y los importes desembolsados", aseguró. Pese a ello, advirtió, las crisis persisten y las vulnerabilidades se siguen agravando en algunas regiones, por lo que hizo un llamamiento a los Gobiernos del G5, apoyados por los miembros de la Alianza, para hacer “más y mejor”. <strong>“Reafirmamos nuestro compromiso de aumentar la cofinanciación y los proyectos conjuntos, de dar prioridad a los procedimientos de ejecución flexibles y simplificados y de reducir los costes de transacción de nuestras intervenciones para nuestros socios”</strong>, declaró. Asimismo, recomendó que se intensifique el diálogo con el G5 Sahel y sus Estados miembros, mediante “contactos regulares al más alto nivel”, y que se incremente la coordinación y la concentración de esfuerzos en las zonas vulnerables a través de planes de desarrollo local que tengan “procedimientos operativos adecuados e indicadores de éxito medibles”, una labor en la que, advirtió, “será necesario garantizar la plena participación de las autoridades locales y las administraciones territoriales”. Aparte, la ministra instó a apoyar <strong>“la presencia, despliegue y el mantenimiento del Estado y de los servicios públicos en los territorios de los países del G5 del Sahel</strong>, centrándose en la prestación de servicios esenciales, el fortalecimiento de la resiliencia de las poblaciones vulnerables, en particular los jóvenes, las mujeres y los discapacitados, y el restablecimiento y la consolidación de la cohesión social y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones públicas”, e invitó a los miembros de la Alianza a <strong>“apoyar la respuesta de los países del G5 del Sahel a los retos sanitarios, económicos y sociales causados por la pandemia del COVID-19”.</strong> Posteriormente, González Laya pronunció un discurso, en su calidad de presidenta de la Asamblea de la Alianza por el Sahel, ante los jefes de Estado reunidos la <strong>Cumbre del G5 Sahel</strong>, un año después de convertirse en la primera representante del Gobierno español en intervenir en esta Cumbre -en aquella ocasión lo hizo en Nuackchot-. Asimismo, efectuó una visita al Hospital Notre Dame des Apôtres, en Yamena, y se reunió con el <strong>presidente de la Transición de Mali, Bah N'Daw</strong>, a quien expresó la voluntad de España de contribuir a la estabilidad en la región del Sahel y con quien abordó el avance del proceso político en ese país. España participa en el Grupo de Apoyo y Seguimiento de la Transición en Mali.