The Diplomat
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, urgió ayer a Europa a actuar «rápido» y a establecer unos marcos «atractivos» que permitan a las empresas invertir para que el continente lidere la descarbonización y la recuperación económica, informó la compañía.
En su participación en un encuentro organizado por la ‘European Round Table for the Industry’ (ERT), en el que también intervino el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, Galán aseguró que las empresas como Iberdrola están preparadas para invertir, aunque subrayó que las administraciones también deben poner de su parte, «acelerando los procesos de obtención de permisos, reformando la fiscalidad y promoviendo las interconexiones en el continente”.
En este sentido, afirmó que la contribución conjunta de los sectores público y privado permitirá una reactivación más rápida de la economía, reconvirtiendo sectores y generando empleo de calidad, al tiempo que la industria europea gana en competitividad.
Sánchez Galán aseguró que Europa «está preparada para liderar la descarbonización y con ella la recuperación económica» con «un gran respaldo de la sociedad y el liderazgo político necesario gracias al Green Deal».
Iberdrola prevé inversiones de 75.000 millones de euros hasta 2025, con el objetivo de duplicar su capacidad renovable y aprovechar las oportunidades de la revolución energética. Adicionalmente, la compañía ha presentado al programa Next Generation EU un total de 150 proyectos con una inversión de 21.000 millones, que van a permitir la transformación industrial de España.
Los proyectos involucrarían a cientos de pequeñas y medianas empresas y tendrían impacto en la competitividad del tejido industrial español, la recuperación en verde a corto plazo y, a medio y largo plazo, la transformación del país orientándolo hacia sectores de futuro.
La empresa estima que los proyectos permitirían generar 45.000 puestos de trabajo al año, un crecimiento económico de más del 1,5% del PIB, la mejora de la competitividad y de la balanza de pagos -entre 500 y 1.000 millones de euros anuales- y la contribución al reto demográfico, ya que se incluyen más de 7.000 millones euros en entornos rurales.