Eduardo González
El ex ministro de Asuntos Exteriores y ex alto representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE (PESC) Javier Solana pintó ayer un panorama relativamente optimista sobre los primeros pasos del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en materia de política exterior, aunque advirtió de que la relación con China va a seguir siendo de una “extrema competencia” pero evitando la confrontación “para que no llegue a mayores”.
“Lo más importante es que Biden ha revocado todos los grandes decretos de Donald Trump, o al menos los más importantes que tienen que ver con nuestro tema, y los nuevos equipos que ha formado son de gran prestigio”, afirmó el que también fuera secretario general de la OTAN durante su intervención en el coloquio online EEUU y China: ¿pueden convivir? Los retos para la UE, organizado por la Fundación Alternativas.
Otra de las medidas más importantes de la nueva Administración norteamericana, prosiguió, ha sido “la vuelta al Acuerdo de París” y su propósito de convertirse en un “país neutral en emisiones en 2050”, al igual que la UE y China. “En la lucha contra el cambio climático es donde más posibilidades tenemos de ver resultados considerables a corto plazo”, declaró Solana. Si la cooperación multilateral en materia medioambiental obtiene buenos resultados, podría servir de “catalizador” para la cooperación en “otras áreas de negociación internacional” y contribuir a “crear una cooperación trilateral” entre EEUU, la UE y China “en temas como el cambio climático o la energía”, prosiguió. “Sería de una extraordinaria belleza si somos capaces de conseguirlo, y creo que lo vamos a conseguir”, agregó.
Solana también valoró muy positivamente el cambio de posición de Estados Unidos, “de manera clara, aunque no completa”, respecto a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y “el rápido retorno” de Washington a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que “Trump abandonó en el momento más complicado debido a la pandemia de coronavirus”. Asimismo, destacó el nombramiento de Rob Malley como enviado especial para Irán, “una señal muy importante que ha caído muy mal en Tel Aviv pero es una magnífica noticia para el reto del mundo”, y la decisión de Biden de reanudar la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), otra “magnífica noticia”.
En lo que respecta a China, advirtió Javier Solana, el nuevo Gobierno norteamericano va a mantener, por “norma general”, una política de “extrema competencia” pero evitando la confrontación y “tratando de que la cosa no llegue a mayores”. En líneas generales, explicó, las dos grandes potencias mundiales mantendrán “la cooperación en aquello que tiene que ver con los valores del mundo globalizado, como el cambio climático o la energía”, pero la situación se presentará mucho menos halagüeña en dos ámbitos tan críticos como la tecnología y el comercio.
“China produce hoy en día ocho veces más ingenieros, matemáticos, físicos, químicos y biólogos que el resto del planeta, y cuatro veces más que EEUU si tenemos en cuenta la diferencia de población, lo que demuestra la extraordinaria capacidad tecnológica e intelectual del país. Eso es algo que tenemos que aceptar, y si no cooperamos con ellos vamos a llegar a una confrontación de grandes dimensiones”, advirtió. En cuanto a la relación comercial entre China y EEUU, Solana cree que “la situación es muy complicada, porque China lleva la voz cantante al frente de un grupo comercial inmenso en el Pacífico y EEUU está fuera a causa de las maniobras de Trump”.
En todo caso, afirmó, “tenemos que hacernos a la idea de que (el presidente chino) Xi Jinping va a estar en el poder por lo menos hasta 2035; tendrá 82 años, la misma edad que tenía Mao Zedong cuando murió, y estas cosas en la liturgia política china tienen mucha importancia”. “Xi va a durar mucho tiempo y más nos vale llevar la relación con China de la mejor manera posible, porque va para largo”, advirtió.
“EEUU tiene que poner de su parte para avanzar en las relaciones con el gigante asiático. Todos debemos colaborar y hacer todo lo posible para que no suba la temperatura y evitar una situación catastrófica”, declaró el ex ministro de Asuntos Exteriores. “Hay que pensar muy bien lo que se dice antes de criticar a China o a Rusia. La diplomacia es lo más parecido a la jardinería; es muy importante tener cuidado y llegar a consensos y generar confianza, y en estos momentos estamos desprovistos de esas herramientas”, concluyó.