<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español no ha contactado todavía al más alto nivel con la nueva Administración norteamericana, a pesar de la fuerte sintonía mostrada hacia ella desde el momento mismo de su victoria en las elecciones presidenciales y de que tanto el nuevo presidente, Joe Biden, como el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, se están mostrando muy activos al respecto.</strong></h4> Desde que asumió el cargo el pasado 20 de enero, el nuevo presidente de Estados Unidos contactó, en un primer momento, con sus dos vecinos (como manda la tradición), <strong>el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador</strong>. Las conversaciones telefónicas prosiguieron con <strong>el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro de Australia, Scott Morrison; el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in; el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga; el presidente de Rusia, Vladimir Putin; y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg</strong>, según datos de la Casa Blanca. En cambio, <strong>los “contactos” entre Sánchez y Biden</strong> se han limitado, hasta la fecha, al tweet que escribió el presidente del Gobierno con motivo de la jura del nuevo inquilino de la Casa Blanca. “La Administración de Joe Biden y Kamala Harris inicia su andadura. Todos los éxitos y el apoyo de España en esta etapa de esperanza y futuro. Trabajaremos con Estados Unidos por la democracia y el refuerzo de una gobernanza global más justa, sostenible e inclusiva”, decía el mensaje. En lo que respecta a <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González</strong>, su primer contacto con un miembro un alto cargo de la nueva Administración de Joe Biden se produjo el pasado 22 de enero, cuando participó en una videoconferencia entre sus homólogos de los 27 Estados miembros de la UE y <strong>el nuevo enviado especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry</strong>. Aquel contacto con Kerry fue posible en esos momentos porque se trata de un nombramiento directo del presidente y, por tanto, no necesita la ratificación de las dos Cámaras del Congreso. Para el resto de cargos, las leyes de Estados Unidos no permiten este tipo de contactos antes de su ratificación en el Senado, como era el caso de Antony Blinken. <strong>Blinken fue confirmado como secretario de Estado por el Senado el pasado 26 de enero, pese a lo cual todavía no se ha producido la esperada conversación del sucesor de Mike Pompeo con González Laya</strong>. En las casi dos semanas que lleva en el cargo, <strong>Blinken se ha entrevistado con más de veinte homólogos de otros países</strong>, concretamente con los de <strong>Canadá, México, Japón, Corea del Sur, Francia, Alemania, Reino Unido, Australia, Filipinas, Tailandia, Israel, Irak, Italia, Jordania, India, Pakistán, Nueva Zelanda, Suecia, Colombia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Vietnam, además de con el viceprimer ministro de Vietnam, el primer ministro de Etiopía, el presidente de Suiza, el presidente de Afganistán, el alto representante de la UE, Josep Borrell, y Jens Stoltenberg, </strong>según las informaciones facilitadas por el Departamento de Estado hasta este pasado viernes. Según informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno ya mantiene numerosos “contactos directos” con la nueva Administración norteamericana y el objetivo es programar <strong>una entrevista de González Laya con Blinken “cuando las agendas lo permitan” y, a ser posible, “en un plazo breve”.</strong> La <strong>Estrategia de Acción Exterior 2021-2024</strong>, recientemente remitida por el Gobierno a las Cortes Generales, define a España como “una potencia media relevante y con capacidad de contar más en el mundo” y, por tanto, con “margen para asumir un mayor protagonismo internacional”. Asimismo, indica que la principal prioridad estratégica para la región de América del Norte durante el período 2021-2024 será “reforzar las relaciones bilaterales con EEUU en el marco de una sólida e intensa relación transatlántica” y afirma que “la nueva Administración Biden abre una ventana prometedora para el diálogo y el impulso de las relaciones con España y la UE en numerosos campos”.