<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <strong>La ministra de Asuntos Exteriores de Guinea-Bissau, Suzi Carla Barbosa</strong>, aseguró ayer en Madrid que los empresarios españoles que quieran invertir en el país serán “bienvenidos” y llamó la atención, al respecto, sobre el “gran potencial turístico” de esta nación africana. “Tenemos una buena cooperación con España desde hace años” pero existe una “posibilidad de cooperación bilateral más intensa”, declaró Barbosa durante una rueda de prensa conjunta con la <strong>ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya</strong>, en el Palacio de Viana. Durante el encuentro, prosiguió, Barbosa invitó a su homóloga española a efectuar “<strong>una visita futura a Guinea-Bissau para que pueda ver en el lugar los proyectos españoles”</strong> y para abordar las posibilidades que ofrece su país para “las inversiones españolas”. <strong>“Guinea-Bissau tiene un potencial turístico muy grande y ofrece la oportunidad de un nuevo mercado, por lo que vamos a dar facilidades a las inversiones españolas, que serán bienvenidas”</strong>, agregó en un perfecto español. Asimismo, la canciller bisauguineana anunció que su Gobierno está “pensando en abrir <strong>un Consulado General en Almería</strong>, la segunda zona de España con más ciudadanos de Guinea-Bissau, para que no tengan que venir a Madrid para hacer sus trámites y papeleos perdiendo tiempo y dinero”. El primer destino de la diáspora de Guinea-Bissau en España es Madrid, donde la Embajada ya cuenta con su propia oficina consular. Por su parte, González Laya elogió la “estabilidad política y económica del país” y aseguró que durante el encuentro ambas ministras habían abordado <strong>el trabajo conjunto en los ámbitos del turismo, la pesca, la atracción de inversiones en los sectores de infraestructuras y energías renovables y el empoderamiento de la mujer, “una prioridad para Guinea-Bissau”</strong>. Aparte, también dialogaron sobre <strong>“la cooperación en materia de seguridad y trabajo conjunto contra las mafias de tráfico de personas y las redes clandestinas de armas y estupefacientes”</strong>, unas áreas en las que “Guinea-Bissau y España llevan trabajando juntas desde hace décadas”.