<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Los miembros del Consejo Conjunto UE-Cuba hicieron ayer un balance de la aplicación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba (PDCA) y abordaron los efectos del embargo de Estados Unidos a la isla.</strong></h4> El encuentro, de carácter informal, se celebró por videoconferencia y estuvo presidido por <strong>el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, y el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez</strong>. Por parte de España participó <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.</strong> Durante la videoconferencia, el Consejo Conjunto hizo un balance de la aplicación del PDCA y abordó <strong>los esfuerzos de Cuba para reformar su economía y la implementación de la nueva Constitución de 2019</strong>, que mantiene el socialismo como modelo “irrevocable” (aunque permite un cierto grado de economía de mercado y de propiedad privada bajo control estatal) y mantiene al Partido Comunista como “fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado”. Asimismo, las dos partes exploraron las prioridades para la futura cooperación en el período 2021-2027, incluidas las áreas de modernización económica y transición ecológica en Cuba, y dialogaron sobre los lazos bilaterales de comercio e inversión y sobre el embargo de Estados Unidos y sus efectos extraterritoriales, según informó el Servicio de Acción Exterior de la UE. Se trata de la tercera reunión del Consejo Conjunto, cuyo último encuentro se produjo en La Habana en septiembre de 2019. El Consejo Conjunto fue constituido en el marco del <strong>Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre la UE y Cuba</strong>, que fue firmado por ambas partes el 11 de marzo de 2016 en la capital cubana y en cuyo impulso y aprobación jugó un papel muy importante <strong>el Gobierno español presidido por Mariano Rajoy, del PP. </strong>Se da la circunstancia de que el acuerdo sustituyó a la anterior <strong>Posición Común de la UE</strong>, que condicionaba cualquier acuerdo a que hubiera avances democratizadores en la isla y en cuya aprobación, en 1996, también había jugado un papel muy importante España, concretamente el Gobierno <strong>de José María Aznar, igualmente del PP. </strong> El actual acuerdo entró en vigor de forma provisional en noviembre de 2017 y su plena aplicación sólo será posible cuando lo hayan ratificado todos los Estados miembros de la UE. En estos momentos, el único socio europeo que todavía no lo ha ratificado es Lituania. España lo hizo en 2018. <strong>En el marco del PDCA, la UE y Cuba han iniciado conversaciones y han reforzado compromisos en ámbitos como los derechos humanos y las medidas coercitivas unilaterales, entre otros.</strong> Entre estas medidas coercitivas unilaterales se encuentra <strong>el embargo norteamericano</strong>, que fue uno de los asuntos abordados en el encuentro de ayer, justo el mismo día de la toma de posesión de <strong>Joe Biden</strong> como presidente de Estados Unidos y, por tanto, del término del mandato de Donald Trump. Biden fue vicepresidente de Estados Unidos durante el mandato de <strong>Barack Obama</strong>, quien en diciembre de 2014 anunció un acuerdo con el entonces presidente de Cuba, Raúl Castro, para el restablecimiento de relaciones diplomáticas después de más de medio siglo de ruptura, una decisión que fue aplaudida por el Gobierno de Rajoy. <strong>Donald Trump</strong>, sucesor de Obama y presidente de Estados Unidos justamente hasta ayer, anunció en febrero de 2019 la cancelación de la política de su predecesor hacia Cuba y que sólo aceptaría negociar un nuevo acuerdo si se registraban avances concretos hacia la celebración de “elecciones libres” y la “liberación de presos políticos”. Este cambio de política hacia Cuba incluía el apoyo al embargo comercial y financiero de Estados Unidos a la isla y el rechazo de las peticiones internacionales para que el Congreso norteamericano levante el embargo.