<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de Ministros dio ayer el primer paso para el desarrollo de la llamada “diplomacia de las vacunas” con la aprobación del plan universal de “vacunación solidaria”, cuyo objetivo es hacer llegar millones de</strong> <strong>unidades de inmunización contra el COVID-19 a los países menos desarrollados a partir de las cantidades sobrantes adquiridas por España a través de la UE.</strong></h4> Según informó el Gobierno, el objetivo de este plan, <strong>elaborado conjuntamente por los Ministerios de Asuntos Exteriores y Sanidad</strong>, es “contribuir a la vacunación de un significativo porcentaje de la población mundial mediante el apoyo al acceso rápido a la vacuna de los países y las personas con mayor dificultad de hacerlo”, para lo cual se utilizarán <strong>“dosis provenientes de la dotación de vacunas adquiridas por España, sin perjuicio del proceso de vacunación del conjunto de la población española”.</strong> La UE ha estructurado un programa común para la distribución entre los Estados miembros de las vacunas procedentes de las adquisiciones anticipadas europeas, que se reparten en función de la población de cada país. Con ese criterio, <strong>a España le corresponde el 10% del total de las 800 millones de unidades de inmunización estimadas, lo que equivale a 140 millones de dosis para vacunar a 80 millones de personas.</strong> Las cantidades que corresponden a España superan, en mucho, las necesidades de la población total española<strong> (47 millones de habitantes frente a 80 millones de unidades de inmunización)</strong>, y es dentro de ese margen de excedente con el que el Gobierno español ha decidido desarrollar su estrategia de “diplomacia sanitaria o de las vacunas” para distribuir dosis en terceros países, según informaron fuentes diplomáticas. A través del plan aprobado ayer, se establece una serie de <strong>grupos prioritarios para la vacunación</strong>, entre los que se encuentran la población refugiada y desplazada y los solicitantes de asilo, especialmente en contextos humanitarios en países en vías de desarrollo. Asimismo, se priorizará a los países menos adelantados en el desarrollo de la vacunación y a los países socios de la Cooperación Española donde no esté garantizado el acceso del 20% prioritario de la población. Para poder canalizar la contribución de España, se ha establecido una serie de vías. El principal mecanismo de distribución de las vacunas será <strong>COVAX</strong>, una iniciativa liderada conjuntamente por GAVI (la Alianza de Vacunas) y CEPI (Coalición para la Innovación en la Preparación contra Epidemias) para acelerar el desarrollo y fabricación de vacunas contra el COVID-19 y asegurar su acceso a todos los países de la vacuna de manera justa y equitativa. Dentro de COVAX-Facility, España ha aprobado la donación de 50 millones de euros al Compromiso de Mercado Avanzado (AMC, por sus siglas en inglés), a través de GAVI. Aparte, España ha aprobado una contribución financiera de 75 millones de euros a CEPI y participa en las contribuciones de la Unión Europea a COVAX-Facility en su condición de Estado miembro de la UE y del llamado <em>Team Europe</em>. El resto de vías serán el <strong>Mecanismo de Donación de la Unión Europea</strong>, las agencias de Naciones Unidas (<strong>OCHA y ECHO</strong>) para contextos humanitarios (incluyendo los de especial interés para España), las <strong>organizaciones multilaterales y regionales</strong> y la <strong>asignación bilateral</strong> <strong>directa</strong>. Además, se establece una reserva estratégica para necesidades imprevistas. Adicionalmente, la <strong>Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) </strong>ofrecerá apoyo a los países en la preparación de estrategias nacionales de vacunación y en la distribución de las dosis. El objetivo inicial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es lograr la vacunación prioritaria de todo el personal sanitario y de la población vulnerable en todos los países del mundo, que corresponde a <strong>alrededor del 20% de la población mundial y a más de 1.500 millones de personas</strong>. De esta cuantía, más de 260 millones personas se encuentran en África y 130 millones en América Latina y Caribe. La meta inicial de la Unión Europea es conseguir que el 5% de las vacunas adquiridas en primera instancia se dedique a contextos humanitarios. Según informaron fuentes de Exteriores, la política del Gobierno español no sólo está alineada con la idea de “la salud como bien público global”, sino que va “más allá del componente moral y ético” y afecta incluso al interés nacional, ya que <strong>“mientras queden focos en terceros lugares, España seguirá expuesta al riesgo de importaciones o a posibles mutaciones del virus en terceros países”.</strong>