<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, participará este próximo miércoles en la tercera reunión del Consejo Conjunto UE-Cuba, que coincidirá con la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos y con el término del mandato de Donald Trump, un presidente que se mostró particularmente beligerante con el régimen castrista.</strong></h4> <strong> </strong> El encuentro estará presidido por el <strong>alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, y por el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez</strong>, y servirá, sobre todo, para hacer <strong>un balance de la aplicación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba (PDCA)</strong>, incluido su proceso de ratificación, y para examinar cuestiones relacionadas con el diálogo político, la cooperación, las políticas sectoriales, el comercio y la inversión, entre otros asuntos, según informó la UE. Se trata de la tercera reunión del Consejo Conjunto, cuyo último encuentro se produjo en La Habana en septiembre de 2019. El Consejo Conjunto fue constituido en el marco del <strong>Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre la UE y Cuba</strong>, que fue firmado por ambas partes el 11 de marzo de 2016 en la capital cubana y en cuya aprobación jugó un papel muy importante el Gobierno español presidido por Mariano Rajoy, del PP. Se da la circunstancia de que el acuerdo sustituyó a la anterior Posición Común de la UE, que condicionaba cualquier acuerdo a que hubiera avances democratizadores en la isla y en cuya aprobación, en 1996, también había jugado un papel muy importante España, concretamente el Gobierno de José María Aznar, igualmente del PP. El actual acuerdo entró en vigor de forma provisional en noviembre de 2017 y su plena aplicación sólo será posible cuando lo hayan ratificado todos los Estados miembros de la UE. En estos momentos, el único socio europeo que todavía no lo ha ratificado es Lituania. España lo hizo en 2018. La reunión entre la UE y Cuba se producirá justamente el mismo día de la <strong>toma de posesión del demócrata Joe Biden como presidente de Estados Unidos</strong>. Biden fue, precisamente, vicepresidente de Estados Unidos durante el mandato de <strong>Barack Obama</strong>, quien en diciembre de 2014 anunció un acuerdo con el entonces presidente de Cuba, Raúl Castro, para el restablecimiento de relaciones diplomáticas después de más de medio siglo de ruptura, una decisión que fue aplaudida por el Gobierno de Rajoy. Joe Biden reemplazará a <strong>Donald Trump</strong>, sucesor de Obama en la Casa Blanca y quien en febrero de 2019 anunció la cancelación de la política de su predecesor hacia Cuba y aseguró que sólo aceptaría negociar un nuevo acuerdo si se registraban avances concretos hacia la celebración de “elecciones libres” y la “liberación de presos políticos”. Este cambio de política hacia Cuba incluía el apoyo al embargo comercial y financiero de Estados Unidos a la isla y el rechazo de las peticiones internacionales para que el Congreso norteamericano levante el embargo. Buenos ejemplos de este cambio de rumbo fueron la decisión de Estados Unidos de levantar la <strong>suspensión del título tercero de la ley Helms-Burton </strong>en Cuba, a la que se opusieron radicalmente España y el resto de la UE, o toda una serie de medidas concretas adoptadas por Trump hasta los últimos instantes de su mandato. entre estas, la aprobación, el pasado mes de diciembre, de una serie de sanciones a varias empresas cubanas dedicadas al turismo por sus supuestas operaciones para evadir las sanciones de Washington o la muy reciente decisión del Departamento de Estado norteamericano de declarar a <strong>Cuba como “Estado patrocinador del terrorismo”. </strong>Este pasado viernes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos decidió bloquear todos los activos en el extranjero del <strong>Ministerio del Interior de Cuba y de su titular, el general Lázaro Alberto Álvarez Casas</strong>, por “graves violaciones de los Derechos Humanos” contra el activista opositor José Daniel Ferrer.