El sector del juego privado ha mostrado su incomodidad frente a los constantes ataques del Ministro de Consumo, Albert Garzón, amenazando al sector del juego privado e inculpándolo de todo tipo de calamidades sociales y adicciones.
Fuentes del sector del juego privado en la Comunidad de Madrid han salido al paso de la campaña promovida por el Gobierno de España recordado que la Comunidad de Madrid a través de la Consejería de Justicia, que es la competente en materia de juego, así como el Cuerpo Nacional de Policía realizan constantes inspecciones a los salones de juego con niveles de sanción irrelevantes. Es de destacar que el año 2018 se realizaron 18.292 inspecciones a salones de juego en la Comunidad de Madrid, lo que suponen 50 inspecciones diarias, con un porcentaje de incidencia del 0,12%.
La Consejería de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid llevó a cabo 204 inspecciones durante los meses de febrero y marzo de este año, en los días previos al cierre por pandemia con un resultado nulo de actas.
Ante estos datos, diversos empresarios consultados han declarado estar sorprendidos por la virulencia de una campaña orquestada desde el Ministerio de Consumo y el entorno de Podemos en la que creen que se les está utilizando como palanca de desgaste del gobierno regional de coalición encabezado por Isabel Diaz Ayuso. Los empresarios recuerdan que “los mensajes lanzados por grupos políticos de la oposición autonómica y municipal frente a los cierres perimetrales para controlar la pandemia así como los grupos que organizan las protestas en el ámbito sanitario coinciden con los que pintan las fachadas de nuestros negocios, rallan cristales, inutilizan puertas mecánicas o amenazan a trabajadores y clientes a la puerta de los establecimientos”.
Desde las empresas del juego privado de Madrid, casi 1.000 que dan empleo a un total de 9.000 personas, se recuerda que según datos oficiales el gasto anual en juego de un madrileño entre 18 y 75 años se sitúa en 375 € pero los grandes receptores de ese dinero son los juegos públicos o parapúblicos como Loterías, ONCE o Bonoloto dado que el juego privado solo supone un 40% aproximadamente de esa cantidad. En este sentido, las empresas de juego privado destacan que por cada 10 € que se juegan a lotería nacional solo 1 € se juega en un salón y que la carga fiscal del juego privado es del 30% de su facturación frente a los beneficios y exenciones de sectores como la ONCE.
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