<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Ejecutivo español convocó ayer a la embajadora de Marruecos, Karima Benyaich, para pedir explicaciones, después de que el primer ministro del país vecino, Saadeddine El Othmani, asegurara que su Gobierno está dispuesto a “reabrir” el contencioso por la soberanía de los “territorios marroquíes” de Ceuta y Melilla cuando consiga resolver “definitivamente” el conflicto del Sáhara Occidental.</strong></h4> “La actual situación se mantiene desde hace cinco o seis siglos”, pero <strong>“llegará un momento en que deberemos abrir el tema de Ceuta y Melilla, unos territorios tan marroquíes como el Sahara”</strong>, declaró El Othmani a la cadena de televisión egipcia Acharq. La declaración provocó que la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, <strong>Cristina Gallach</strong>, convocara de urgencia a su despacho a la embajadora marroquí, visualizando de esa manera el malestar del Gobierno español. En un comunicado difundido anoche por el Ministerio de Asuntos Exteriores se señala que Gallach trasladó a Karima Benyaich que <strong>"España espera de todos sus socios respeto a la soberanía e integridad territorial de nuestro país"</strong> y le pidió "aclaraciones" sobre las manifestaciones del primer ministro marroquí sobre las ciudades de Ceuta y Melilla. A juicio de El Othmani, la actual coyuntura geopolítica es muy propicia para alcanzar una relación de confianza mutua con España, cuya opinión sobre el Sáhara, aseguró, ha cambiado notablemente y se ha alineado con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. En todo caso, advirtió, <strong>la cuestión de Ceuta y Melilla aún deberá esperar, porque “antes que nada hay que resolver definitivamente el conflicto del Sáhara, que </strong><strong>es una cuestión de soberanía nacional e integridad territorial y nuestra prioridad absoluta”. </strong> Las declaraciones del jefe del Ejecutivo marroquí se producen apenas dos semanas después de que el presidente en funciones de Estados Unidos, <strong>Donald Trump</strong>, decidiera reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Un par de días después, Madrid y Rabat anunciaron la decisión de <strong>aplazar hasta febrero la Reunión de Alto Nivel (RAN) bilateral</strong>, prevista para el pasado 17 de diciembre, pero los dos Gobiernos han insistido desde entonces que este aplazamiento se debió exclusivamente a la situación epidemiológica del COVID-19 y no tuvo ninguna relación con el anuncio de Trump. Tanto <strong>el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya</strong>, han declarado reiteradamente que la posición de España es “muy clara” en favor del respeto a las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara Occidental, una antigua colonia española que Naciones Unidas considera “un territorio no autónomo” y en la que España sigue siendo, oficialmente, la potencia administradora. El Consejo de Seguridad ha pedido en varias ocasiones “la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental en el contexto de las disposiciones compatibles con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas” y la ONU supervisa desde 1991 el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario a través de una misión militar, la MINURSO. El <strong>presidente del Partido Popular, Pablo Casado</strong>, instó ayer a Pedro Sánchez a “responder de inmediato a las declaraciones del primer ministro marroquí”. “La soberanía española de Ceuta y Melilla, y la integridad territorial nacional es irrenunciable. La división interna y la debilidad internacional del Gobierno PSOE-Podemos cuesta demasiado cara”, añadió a través de su cuenta de Twitter. Por su parte, <strong>Vox</strong> reclamó, a través de Twitter, una “respuesta contundente” a Marruecos y criticó la “cobardía” del Gobierno ante las “pretensiones expansionistas de la tiranía marroquí”. Asimismo, la diputada del PSOE <strong>Zaida Cantera</strong> afirmó ayer, durante el debate de una proposición no de ley de Vox en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso en la que instaba al Gobierno a iniciar negociaciones con EEUU para ampliar el periodo de vigencia del Convenio sobre Cooperación para la Defensa, que España se ha visto “una y otra vez vilipendiada en cuanto a sus intereses por la Administración Trump” y calificó de “leche con la mano abierta” el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte de Estados Unidos.