<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno tiene previsto cerrar el próximo 31 de diciembre la Agregaduría de Defensa en Venezuela y que las relaciones militares con ese país se lleven desde la Agregaduría en Cuba, un país que mantiene estrechas relaciones con el régimen de Nicolás Maduro, según pudo confirmar <em>The Diplomat</em> en fuentes solventes.</strong></h4> El cierre se producirá después de que el Ejecutivo español decidiera a comienzos de noviembre dar por <strong>finalizada la misión del embajador en Caracas, Jesús Silva</strong>, <strong>y rebajar su representación diplomática en Venezuela, al nombrar a Juan Fernández-Trigo como encargado de Negocios con Cartas de Gabinete y no como embajador.</strong> Además, en el país se abren ahora nuevas expectativas, tras la celebración de las elecciones a la Asamblea Nacional, cuyo resultado que la Unión Europea, incluida España, no ha reconocido, y en las que no ha participado la oposición democrática. <strong>España mantiene desde hace casi un centenar de años una representación militar</strong>, al frente de la cual está en estos momentos <strong>el coronel de artillería Alejandro Rubiella</strong>, un experimentado militar, que fue jefe del contingente español de observadores en la misión de Naciones Unidas de Colombia. Venezuela, por su parte, cuenta en su Embajada en Madrid con una potente Agregaduría militar, de la que forman parte varios generales. Fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por <em>The Diplomat</em> se limitaron a reconocer que el departamento está realizando una <strong>"reestructuración</strong>" de sus agregadurías en el extranjero. La decisión <strong>adoptada por la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, ha causado cierta sorpresa en ámbitos militares de Venezuela, donde l<strong>as Fuerzas Armadas tiene una gran influencia en la política y en la economía del país</strong> y es uno de los principales soportes del régimen bolivariano. Así, <strong>la asociación civil Control Ciudadano</strong>, especializada en asuntos de Seguridad y Defensa, considera, en su página web, que <strong>España deja de tener, con esta medida, una interlocución directa con el estamento militar,</strong> y al trasladar la Agregaduría a La Habana pierde la capacidad de relación e información, que da el estar en el propio país sobre el que se trabaja. Para Control Ciudadano, la decisión es <strong>“lamentable” y afecta el seguimiento que España ha venido realizando a la crisis política y social venezolana,</strong> dados sus intereses y vínculos históricos con Venezuela. “Para la comunidad internacional no es un secreto la creciente inestabilidad política y social venezolana y la importancia de una buena interlocución con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en la eventualidad de un manejo de crisis, planes de contingencia e incluso de evacuación de sus nacionales”, señala la presidenta de la asociación, <strong>Rocío San Miguel</strong>. “Contra todo pronóstico -agrega San Miguel-, <strong>España prescinde de esta interlocución, de cara al que parece un decisivo 2021</strong>, acaso significando un desinterés por Venezuela en materia de política exterior y de defensa. Con esta sorprendente decisión queda claro, por el momento, que <strong>los intereses estratégicos de España no están orientados a recuperar la interlocución con Venezuel</strong>a”. Aunque las citadas fuentes solventes consultadas indican que en la decisión ha influido también la necesidad de hacer recortes en los gastos de Defensa en el exterior, la realidad es que ha sorprendido que España opte por cerrar la Agregaduría en Venezuela, donde <strong>nuestro país es el único de la Unión Europea y de la OTAN que mantiene un agregado militar sobre el terreno</strong>, un hecho que hace que sea él quien tramita muchas de las relaciones con el Gobierno venezolano de nuestros socios y aliados. La gran relación que, tradicionalmente, España mantiene con todos los países iberoamericanos en el terreno militar, especialmente con aquellos en los que las Fuerzas Armadas tienen un peso más relevante, como es el caso de Venezuela, ha hecho que se mantenga hasta ahora la Agregaduría de Defensa en Caracas, donde otros países ya optaron por cerrarlas. Según Círculo Ciudadano, la decisión de esos países se debe a muchos factores, entre los que destacan, las cada vez más escasas inversiones en defensa, la ruptura de relaciones diplomáticas, e incluso el temor a desvelar información que pudiera tener una utilización estratégica u operacional. Ello ha hecho que el antiguamente numeroso <strong>cuerpo de agregados militares en Venezuela haya ido disminuyendo</strong> hasta quedar reducido a un pequeño grupo de países, que, después de la salida de España, quedará formado por <strong>Cuba, China, Rusia, Irán, México, República Dominicana, Bielorrusia, Uruguay y Vietnam.</strong> Círculo Ciudadano concluye subrayando que “la pérdida de foco de la naturaleza de la situación venezolana, por parte del Gobierno de España, parece estar dominada por las <strong>tensiones domésticas de la política española”. </strong> “Con esta decisión -afirma- <strong>se desatiende un vínculo histórico entre ambos países</strong> y, en especial, la circunstancia de la importante presencia de ciudadanos españoles y de venezolanos con doble nacionalidad, quienes constituyen objeto y esfera de los deberes del Estado español en materia de defensa nacional, tomando en cuenta especialmente que la coordinación con organismos venezolanos para la eventualidad de contingencias, requiere de interlocución entre pares de Fuerzas Armadas españolas y venezolanas para llevar a cabo misiones eficaces en tiempos crisis”.