<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> La publicación del borrador de nuevo <strong>Reglamento de la Carrera Diplomática</strong> en el trámite de audiencia pública ha <strong>reabierto la pugna entre varios de los sindicatos</strong> con representación en el Ministerio de Asuntos Exteriores y <strong>la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE)</strong>. <strong>UGT, CCOO, CSIF y SISEX</strong> han anunciado a la subsecretaria de Asuntos Exteriores, Celsa Nuño, su intención de r<strong>ecurrir ante la jurisdicción contencioso-administrativa</strong> el nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática, que está en su fase final de tramitación. <strong>Los sindicatos</strong>, principalmente UGT, quieren el Reglamento incluya que pueden tener acceso a los órganos competentes para decidir sobre ascensos, traslados y adjudicación de destinos. En concreto, <strong>quieren formar parte de la Junta de la Carrera Diplomática</strong>, que es el instrumento, a través del cual, los diplomáticos, realizan a la superioridad sus propuestas de adjudicación de puestos en el exterior. Aunque esas propuestas no tienen carácter vinculante, son respetadas, por regla general. <strong>Tal pretensión es rechazada por los diplomáticos,</strong> agrupados, en un porcentaje muy elevado (en torno al 70%) en la ADE, que entiende que no les corresponde a los sindicatos ejercer esa tarea de asesoramiento en cuanto a sus posibles destinos. <strong>UGT reclama también el establecimiento de un cupo reservado para una especie de “cuarto turno”,</strong> mediante el cual puedan acceder a la Carrera Diplomática funcionarios de otros cuerpos de la Administración, con un cupo reservado para esta vía. <strong>La ADE rechaza también esta demanda</strong> y considera que las pretensiones de UGT desbordaban con mucho el ámbito del Reglamento, que se refiere únicamente a la Carrera Diplomática, y necesitarían más bien una reforma de la Ley de la Acción y el Servicio Exterior del Estado. Y recuerdan que el sistema de acceso a los distintos cuerpos de la función pública está establecido por ley y no lo puede cambiar un reglamento, y que tampoco los diplomáticos pueden ser jueces, catedráticos o técnicos comerciales.