<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, aseguró ayer que la Unión Europea desea y confía en que la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca permita que se produzca un cambio en la relación con Estados Unidos.</strong></h4> En un acto organizado por <strong>Carnegie Endowment</strong> para abordar el fortalecimiento de la cooperación entre Bruselas y Washington con motivo del cambio de Administración estadounidense, González Laya afirmó que en Europa “hay una esperanza y un deseo de dar a la relación transatlántica un cambio. "Necesitamos manejar nuestras relaciones de forma más interdependiente y más inteligente", dijo, tomando pie de la pandemia de COVID-19. "Nos ha enseñado que tenemos que hacer todo juntos", indicó. Durante la charla, en la que también participó e<strong>l exembajador de la OTAN Nicholas Burns</strong>, la ministra dijo que en la relación entre la UE y Estados Unidos hay que "ajustarse a nuevas realidades en nuevas circunstancias", aunque añadió que "las cosas han cambiado pero la necesidad de trabajar juntos no ha cambiado”. Burns se expresó en la misma línea que la ministra y ha pronosticó que Estados Unidos se dedicará, con la entrada de Biden, a "reformar" las relaciones con Europa. Cuestionada sobre<strong> la relación con China</strong>, la ministra de Exteriores aseguró que, en esta "nueva era", las relaciones con el gigante asiático "necesitan un reajuste", pero consideró que el diálogo con el país <strong>"tiene futuro".</strong> "Necesitamos a China", dijo, agregando también a Rusia. A su juicio, los dos países son necesarios en la búsqueda de la "estabilidad" en asuntos que tienen "dimensión global", como el cambio climático o la economía. "Queremos tener a China y Rusia en las conversaciones y ser capaces de encontrar un acuerdo con ellos. Hay que abrir el diálogo", explicó. En la conversación, moderada por el corresponsal jefe para Europa de 'The New York Times', Steven Erlanger, <strong>González Laya también aludió a la relación de Europa con Turquía </strong>y añadió que es necesario "abrir la lente" y <strong>superar una "relación basada en sanciones"</strong>. "Turquía es nuestro vecino inevitable", detalló, subrayando que las características del país son "especiales". "Tiene un estatus especial", dijo, remarcando que "algún día puede ser miembro de la Unión Europea". "Tenemos que tener una agenda positiva e invertir más", sentenció.