<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El Gobierno español negociará con la FIFA</strong> las condiciones de <strong>los partido</strong>s en los que se enfrenten las selecciones de fútbol de <strong>España y Kosovo</strong>, encuadradas en el mismo grupo de la fase previa del Mundial de Qatar 2022. Y lo hará <strong>“según las reglas del fútbol”</strong>, en expresión de la ministra de Asuntos Exteriores, <strong>Arancha González Laya</strong>. A la ministra le preguntaron ayer en la cadena SER por el contencioso que se abre al tener que jugar España con Kosovo, un país desgajado de manera unilateral hace doce años de Serbia, y cuya independencia Madrid no reconoce. Su respuesta fue:<strong> "España no reconoce a Kosovo como un Estado independiente, pero eso no significa que España no participe en torneos en los que participa Kosovo</strong>. Lo hemos hecho en los Juegos del Mediterráneo de 2018 y en el Mundial (de Balonmano) Sub-21”. Y añadió: “La cuestión es trabajar con la FIFA para ver cuáles van a ser las condiciones de participación de Kosovo y cómo van a darse los partidos en los que España juega con Kosovo o en los que Grecia (encuadrada en el mismo grupo), que tampoco reconoce a Kosovo, juegue con Kosovo". Las palabras de la ministra <strong>apuntan a que España está dispuesta a permitir que los partidos con Kosovo se celebren en suelo español y kosovar</strong>, algo que hace unos años evitaba. El actual Gobierno ha ido manteniendo una postura menos rígida en este aspecto, tratando de diferenciar lo que son las decisiones políticas delas deportivas. Respecto a la cuestión de si en el encuentro estarán presentes la bandera y el himno nacional de Kosovo, la ministra insistió en que esto se debe dirimir "con las reglas de la FIFA", que, según dijo, no son las reglas del Derecho Internacional en materia de reconocimiento de Estados. Los argumentos del Gobierno son que España no reconoce a Kosovo como Estado independiente y que esa posición no cambia porque la selección española de fútbol juegue en un torneo internacional contra el equipo kosovar. El Ejecutivo considera que hay margen de sobra para que se pueda disputar ese grupo clasificatorio sin que se vean alteradas las reglas deportivas de la competición o las posiciones políticas de España respecto a Kosovo. Por ello, se estudiarán fórmulas compatibles con la normativa de la FIFA para que, desde el estricto no reconocimiento de Kosovo, se puedan disputar los partidos de clasificación.