<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El Ministerio de Asuntos Exteriores</strong> estudia cuál será la <strong>actitud de España</strong>, tras conocerse que, en la fase previa del Mundial de Qatar de 2022, <strong>la selección española de fútbol tendrá que competir en un grupo del que forma parte Kosovo</strong>, al que nuestro país no reconoce como un Estado independiente. En el sorteo celebrado ayer, se conocieron los rivales de España, que, a<strong>demás de Kosovo, serán Suecia, Grecia y Georgia</strong>. De ellos, sólo Suecia reconoce al Estado kosovar, que se desmembró de Serbia hace 12 años. <strong>España podía haber solicitado al FIFA el veto</strong> que se utiliza cuando hay un conflicto político con un determinado país, para impedir coincidir en él en el mismo grupo. Ese veto <strong>lo utiliza España con Gibraltar.</strong> La selección española, sin embargo, no ha utilizado ese derecho, en lo que parece ser una decisión de la que está al tanto <strong>el Gobierno, que parece apostar por un acercamiento al Estado kosovar</strong>, en la línea de lo que sucedió el pasado mes de mayo, en una cumbre telemática de la UE con los países de los Balcanes Occidentales y en la que el jefe del Ejecutivo, <strong>Pedro Sánchez accedió a participar junto al presidente de Kosovo</strong>, con la única condición de que no aparecieran las banderas de los países tras los máximos mandatarios. En años precedentes, España había tenido mucho cuidado en evitar situaciones que se prestaran a pensar que se está dispuesto a reconocer a Kosovo, porque los<strong> independentismos catalán y vasco</strong> tratan de establecer <strong>paralelismo</strong> con la situación vivida por los kosovares. De hecho, el año pasado, en un torneo sub-17 de fútbol, la selección española que debía enfrentarse a Kosovo en Alcoy y Benidorm, trasladó los partidos a la localidad suiza de Nyon, donde tiene sus instalaciones la UEFA. En noviembre de 2019, tras el Campeonato del Mundo de Kárate, el Comité Olímpico Internacional (COI) amenazó a España con dejarle sin competiciones internacionales si ponía trabas a la participación de los deportistas kosovares en su territorio. De aquella situación se salió con el Comité Olímpico Español (COE) anunciando que el Ministerio de Asuntos Exteriores había cambiado su postura y aceptaba proporcionar visados y permitir el uso de sus símbolos nacionales. Para la participación de atletas de Kosovo, hasta ahora, el Consejo Superior de Deportes ha venido exigiendo que sea un evento de carácter internacional "organizado por la Federación internacional de la disciplina correspondiente (no así si el organizador es en exclusiva la Federación española)". Los deportistas kosovares podrán recibir el visado, pero se realizarán en hoja aparte del pasaporte. Además, tendrán que participar bajo bandera de la federación de su país o la internacional y en la autorización tiene que constar que la concesión "no implica el reconocimiento de la declaración unilateral de independencia del territorio de Kosovo".