<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, pidió ayer “un poco más de unidad en la UE” a la hora de actuar en el Mediterráneo porque en esta región es donde “se juega su autonomía estratégica” y la posibilidad de convertirse en un actor relevante internacional.</strong></h4> “La región del Mediterráneo está en medio de cinco transformaciones estructurales”, afirmó la ministra durante su participación por videoconferencia en los <strong>Diálogos Mediterráneos 2020</strong>, organizados por el Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI) de Italia y en los que también participaron ayer <strong>el secretario de Estado de Alemania, Niels Annen; y con sus homólogos de Francia, Jean-Yves; e Italia, Luigi Di Maio.</strong> Estas cinco transformaciones, explicó, son la climática, la demográfica, la energética, la democrática y la evolución de los conflictos políticos regionales y para afrontarlas es necesario que <strong>la UE “preste una atención más estrecha a la Vecindad Sur” e “invierta más capital político” para impulsar estabilidad y progreso en la región. </strong>Para ello, prosiguió González Laya, es necesario dar “<strong>un nuevo impulso al proceso de Barcelona” y desarrollar una agenda “más estratégica y amplia” </strong>que atienda tanto a las cuestiones políticas y económicas como a la democracia y los Derechos Humanos. Por ese motivo, la ministra reconoció que echa de menos un poco de <strong>“más energía política” en las dos orillas del Mediterráneo </strong>y admitió que parte de la “culpa” está en <strong>la propia UE, a la que le falta “un poco más de unidad” a la hora de los desafíos en la región</strong>, como el conflicto de Oriente Próximo, la guerra de Siria, la crisis de Libia o el problema del Sáhara Occidental. <strong>“La autonomía estratégica de Europa se juega en el Mediterráneo”</strong>, una región que supone <strong>“una prueba para la UE” si quiere convertirse en “un actor relevante a nivel internacional, capaz de implicarse en la resolución de conflictos y el desarrollo de países y regiones”</strong>, advirtió.