<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> El Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene la propuesta de nombrar <strong>director de Casa América</strong> al diputado socialista en la Asamblea de Madrid<strong> Borja Cabezón,</strong> a pesar de que ayer <strong>el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, aseguró que no apoyará ese nombramiento.</strong> Fuentes del Departamento que dirige <strong>Arancha González Laya</strong> aseguraron que no ha cambiado nada, pese a la manifestación del alcalde, quien afirmó que Cabezón, ex director de Asuntos Nacionales en la Presidencia del Gobierno, <strong>no es el candidato idóneo y no tiene la cualificación suficiente</strong> para el cargo, además de estar vinculado al PSOE. Tras la renuncia del que ha sido director de Casa América, en los últimos dos años, <strong>Antonio Pérez-Hernández,</strong> el <strong>Consejo Rector de la institución se reunirá el próximo día 21</strong> para elegir a su sustituto. La elección debe hacerse <strong>por consenso</strong> de los integrantes del consorcio, que son el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Si el Ayuntamiento y, posiblemente, la Comunidad se oponen a la propuesta, Exteriores no podría nombrar a su candidato y debería buscar otro. Sin embargo, en medios diplomáticos consultados por <em>The Diplomat,</em> se considera <strong>difícil que se pueda llegar a esa situación</strong> y se piensa que, finalmente, <strong>se llegará a un entendimiento</strong>, con lo que Cabezón será el nuevo director de Casa América, una institución cuya financiación recae fundamentalmente sobre el Ministerio de Asuntos Exteriores. En concreto, <strong>el Ministerio aporta 1,32 millones de euros</strong> al año, mientras que la Comunidad contribuye con <strong>60.000 euros</strong> y el <strong>Ayuntamiento</strong>, con <strong>50.000</strong>, aunque, igualmente, tiene cedido el uso del <strong>Palacio de Linares</strong>, donde se ubica Casa América. La diferencia en el volumen de las aportaciones ha hecho que normalmente el candidato propuesto por el Ministerio -que es el único que puede hacerlo- sea el que sale adelante.