<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Los ministros iberoamericanos de Asuntos Exteriores celebraron ayer una reunión telemática extraordinaria para preparar la XXVII Cumbre Iberoamericana y para abordar la respuesta a las consecuencias del COVID-19.</strong></h4> <strong>“Si ésta es la crisis más grave de nuestra historia, la próxima Cumbre Iberoamericana debe ser la más importante, útil y efectiva no solo para encontrar soluciones inmediatas a la crisis, sino también respuestas de largo plazo para una mejor normalidad”</strong>, afirmó <strong>la secretaria general iberoamericana (SEGIB),</strong> <strong>Rebeca Grynspan</strong>, durante el encuentro, que co-presidió junto a <strong>la ministra de Asuntos Exteriores de Andorra, Maria Ubach</strong>. Se trata de la última reunión ministerial antes de la Cumbre, que tendrá lugar en la primavera de 2021 si la situación sanitaria lo permite. Por parte de España, participaron <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya; y las secretarias de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, y de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau</strong>, quienes aseguraron que el espacio iberoamericano es una prioridad para el Gobierno español y abordaron la emergencia medioambiental y la promoción de los derechos y de la participación de las mujeres en la respuesta a la pandemia, así como la importancia de encontrar nuevos mecanismos de financiación internacional y de tender puentes entre América Latina y el Caribe y Europa. Por su parte, Maria Ubach –cuyo país albergará la Cumbre- destacó la importancia de la cooperación para hacer frente a las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la pandemia y advirtió de que “la innovación es una palabra clave y debe convertirse en un acelerador para realizar e implementar los objetivos para el desarrollo sostenible”. La reunión ministerial concluyó con una <strong>Declaración de la Presidencia</strong> andorrana, de 71 puntos, que expresa la voluntad de “trabajar de forma conjunta en la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan a nuestros países superar los efectos de la grave crisis sanitaria global producida por la pandemia del coronavirus (...), que está golpeando a todos nuestros pueblos y que está provocando graves consecuencias económicas y sociales”. Asimismo, la Declaración de la Presidencia aprobada en el encuentro solicita a la comunidad internacional que “brinde una respuesta global y coordinada, solidaria y mancomunada que enfrente el gran reto de la recuperación inclusiva y resiliente de nuestras economías” y hace un llamamiento a los organismos multilaterales de financiación para el desarrollo, a las agencias, fondos y programas de Naciones Unidas del ámbito económico, social y sanitario y a los organismos del ámbito internacional, regional y subregional de América Latina y el Caribe, para que sigan apoyando a los países en desarrollo, “incluyendo los mal denominados de renta media”, a la hora de enfrentar los efectos de esta crisis humanitaria y socioeconómica. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, España ha codirigido en el Grupo de Trabajo Iberoamericano -una iniciativa ecuatoriana para poner en común líneas de acción que aborden las consecuencias socioeconómicas del Covid 19- la mesa sobre <em>Nuevos esquemas de financiamiento</em>, en la estela de la iniciativa <em>Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante el COVID-19</em>, convocada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 24 de junio.