The Diplomat
El Gobierno español hizo un llamamiento en las últimas horas «a la tranquilidad y a la vuelta a las relaciones de buena vecindad» entre Serbia y Montenegro, después de que ambos países acordaron la expulsión recíproca de sus embajadores.
En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, España señala que es un país amigo tanto de Serbia como de Montenegro y, por ello hace ese llamamiento a la tranquilidad y la buena vecindad. El Ejecutivo español considera que ello es necesario “para la estabilidad de toda la región y su perspectiva europea».
Tras la desintegración de la antigua Yugoslavia, en la década de 1990, Serbia y Montenegro formaron un Estado común hasta el año 2006, cuando éste último país declaró su independencia. Desde entonces, de vez en cuando han surgido tensiones identitarias entre los dos países.
El pasado sábado, los Gobiernos de Serbia y Montenegro anunciaron la expulsión mutua de sus respectivos embajadores por un caso de presunta injerencia soberana sobre una disputa histórica que data del siglo pasado. El ojo por ojo comenzó cuando Montenegro declaró al embajador serbio, Vladimir Bozovic, ‘persona non grata’, tras denunciar sus «constantes interferencias en los asuntos internos de Montenegro». Horas después, y en respuesta, Serbia anunció la misma medida contra el diplomático montenegrino Tarzan Milosevic, a quien expulsó del país.