<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que el Gobierno español está intentando convencer a Hungría y Polonia para que renuncien a su propósito de bloquear el acuerdo sobre el presupuesto comunitario y el Fondo de Recuperación porque podrían sumergir a la UE en “una crisis insondable, mucho peor que la del euro, la migratoria o la del <em>Brexit</em>”.</strong></h4> González-Barba transmitió este mensaje el pasado martes en <strong>Budapest</strong>, donde se entrevistó con la ministra húngara de Justicia, Judit Varga, y con el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Attila Steiner, y tiene intención de volver hacerlo la próxima semana en <strong>Varsovia</strong>, donde mantendrá encuentros similares con las autoridades polacas, según anunció él mismo durante su comparecencia ante la <strong>Comisión Mixta para la Unión Europea.</strong> “En realidad, plan B no hay, es el único plan, es lo que tienen que comprender”, explicó. <strong>“No se puede tocar una sola coma. No hay negociación posible sobre el texto. Son los cimientos de la casa europea. No se puede construir esta casa si se cuestiona la preponderancia de valores como la democracia, la independencia del poder judicial y el Estado de derecho”</strong>, prosiguió. El pasado 5 de noviembre, los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo para condicionar el desembolso del Fondo de Recuperación al respeto del Estado de derecho por parte de los países miembros. Once días después, los Gobiernos de Hungría y Polonia, contra los que se han abierto sendos expedientes por problemas con el Estado de derecho, anunciaron su decisión de bloquear la puesta en marcha del Fondo de Recuperación. Aunque el Fondo Europeo de 750.000 millones de euros, como tal, ya ha sido aprobado por mayoría cualificada tras el acuerdo entre los Estados y el Parlamento, la parte de este acuerdo correspondiente al Marco Financiero Plurianual (el presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027), en concreto la que se refiere al techo de recursos propios con que podrá contar la Comisión Europea para endeudarse en el mercado y obtener los fondos necesarios para las ayudas, sí precisa de la unanimidad de los Estados miembros, y es ahí donde el veto de Hungría y Polonia podría retrasar la llegada de este dinero a los países europeos. Según González-Barba, <strong>si no se llegase a un acuerdo sobre el fondo financiero antes de 2021, “de un optimismo renovado, volveríamos a sumergirnos en una crisis insondable, mucho peor que la del euro, la migratoria o la del <em>Brexit</em>”</strong>. Por ello, su principal objetivo será intentar convencer a Polonia y Hungría para que hagan “un ejercicio de recapacitación sobre ese veto, que no lleva a nadie a ningún lugar” y que “no tiene lógica porque perjudica a todos”. <strong>“Era importante que supieran por boca de uno de los países más afectados por la pandemia que no se puede tocar una sola coma del compromiso alcanzado”</strong>, añadió.