<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La XIX Cumbre Hispano-Italiana concluyó ayer con una Declaración Conjunta en la que los dos Gobiernos defienden, entre otros puntos, la puesta en marcha, “cuanto antes”, del Plan europeo de Recuperación, una gobernanza europea basada en la mutualización de la deuda, un Pacto de Migración y Asilo de la UE que implique un “reparto equilibrado” de las obligaciones y una respuesta europea coordinada a la crisis sanitaria del COVID-19.</strong></h4> La cumbre, celebrada en el Palacio de la Almudaina de Palma, estuvo presidida por <strong>los respectivos jefes del Ejecutivo, Pedro Sánchez y Giuseppe Conte</strong>, y contó con la participación de los ministros de ambos Gobiernos, incluidos <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y su homólogo italiano, Luigi di Maio, quienes firmaron un Memorando de Entendimiento para la regularización de los contactos políticos entre los Ministerios de Asuntos Exteriores.</strong> Al término del encuentro, España e Italia adoptaron una <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Documents/2020/251120-%20Declaraci%C3%B3n%20Conjunta%20XIX%20Cumbre%20Hispano-italiana.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>Declaración Conjunta</strong></a> que incluye las posiciones comunes de ambos países en asuntos como la transición ecológica, la transformación digital, el reto demográfico, el fortalecimiento de los lazos económicos y comerciales, la recuperación económica, la gestión del COVID-19, el reto migratorio, la cooperación empresarial e industrial, el turismo, los derechos sociales, el empleo, la ciencia y la tecnología, la agricultura o la Agenda 2030. Como era de esperar, uno de los puntos más importantes de la Declaración es el relativo al <strong>Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y al Plan europeo de Recuperación</strong> tras el COVID-19 (<em>Next Generation EU</em>), dos instrumentos “fundamentales para apoyar una reactivación económica sostenible e inclusiva en todos los Estados miembros y para afrontar retos comunes como las transiciones verde y digital”. Ambos gobiernos coincidieron en que estos instrumentos <strong>“deben estar operativos cuanto antes para sostener la recuperación y evitar un incremento de las divergencias entre países”</strong> y se comprometieron a fomentar <strong>“la coordinación entre los Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia con objeto de potenciar los objetivos y prioridades comunes, creando sinergias que permitan potenciar la economía y el bienestar de los ciudadanos de los dos países”</strong>. “Es momento de avanzar en los planes de recuperación y resiliencia e identificar sinergias industriales entre ambos países”, declaró Sánchez en la rueda de prensa posterior. Relacionado con ello, España e Italia aseguraron que “<em>Next Generation EU</em> constituye un avance sin precedentes para el marco fiscal europeo”, porque supone “<strong>el establecimiento de un mecanismo para la emisión de deuda supranacional”</strong> que podría contribuir a crear una herramienta fiscal común permanente de ”estabilización macroeconómica en situaciones de crisis profundas”. “España e Italia coinciden en la necesidad de revisar la gobernanza económica europea en esta dirección”, prosigue la Declaración. “De cara al futuro, el proceso de profundización de la Unión Económica y Monetaria se beneficiaría de la creación de <strong>un Tesoro europeo con capacidad de endeudarse</strong> y generaría los incentivos para una mayor disciplina fiscal, al mismo tiempo que se reforzaría la gobernanza política y la rendición de cuentas democrática”, añade. Por otra parte, España e Italia –los dos países más castigados por la primera ola del COVID-19- advirtieron de <strong>que “debe reforzarse la cooperación en la Unión Europea para la respuesta sanitaria a la pandemia, desarrollando un enfoque conjunto para la obtención de vacunas seguras, en la coordinación de estrategias para la realización de pruebas y facilitando el suministro de equipos médicos y de protección, apostando por un refuerzo en la resiliencia de los sistemas sanitarios y el fomento de la innovación en el sector de la salud”.</strong> <strong>Pacto Migratorio</strong> En materia de migración, un tema que afecta especialmente a ambos países por su posición como “primera frontera” de la UE, los dos Gobiernos afirmaron que <strong>“el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo es “un punto de partida constructivo” pero “requiere todavía de muchos ajustes en materia de solidaridad y justo reparto de la responsabilidad”</strong>, por lo que advirtieron de que <strong>“la asunción por parte de todos los Estados miembros de la necesidad del reparto equilibrado de las obligaciones”</strong> es “un elemento indispensable” para alcanzar una política europea “viable y sostenida a lo largo del tiempo”. <strong>“España e Italia coinciden en que el Pacto Migratorio y de Asilo no puede acabar resultando, en la práctica, en un aumento de las responsabilidades y cargas que ya afrontan los Estados de primera línea”</strong>, afirma la Declaración. Al margen de la Declaración, Sánchez y Conte acordaron de forma no oficial (un <em>non-paper</em>) una posición común sobre el nuevo Pacto Migratorio y de Asilo, que cuenta también con el respaldo de Malta y Grecia y que propone <strong>encontrar canales seguros de coordinación de migración y asilo que reduzca los flujos irregulares y contribuya a una gestión ordenada, con un impacto positivo tanto en los países de destino, como en los países de origen y tránsito</strong>. “El documento es una propuesta audaz y valiente para animar al debate en la UE sobre el pacto migratorio”, declaró Sánchez.