<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno ha decidido abordar la gestión de la crisis migratoria que se vive actualmente en Canarias en los principales terrenos de juego: los países de origen y tránsito, como Senegal y Marruecos, y las organizaciones de Naciones Unidas encargadas de la migración y el asilo.</strong></h4> Por una parte<strong>, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, viajó ayer a Suiza</strong>, donde, aparte de reunirse en Berna con su homólogo, <strong>Ignazio Cassis</strong> -con quien abordó las relaciones bilaterales, especialmente con vistas a la recuperación tras la pandemia-, se entrevistó con <strong>António Vitorino, director General de la Organización Internacional de la Migraciones (OIM), y con Filippo Grandi, Alto Representante de la ONU para los Refugiados (ACNUR) </strong>en las sedes de ambas organizaciones en Ginebra. En estos dos encuentro, según informó González Laya durante la rueda de prensa conjunta con Cassis, la ministra pidió el <strong>“apoyo“ de estas dos organizaciones para que “continúen su labor acompañar al Gobierno de España en su tarea de acoger a los refugiados, sobre todo a los que son beneficiarios del derecho de asilo y refugio”, y para “gestionar aquellas repatriaciones de migrantes irregulares en España que van a volver a sus países de origen”.</strong> Otro objetivo de ambos encuentros, prosiguió, fue trasladar “un mensaje muy claro de compromiso por parte de España de gestionar la migración, como lo ha hecho siempre, de manera responsable, de manera solidaria, pero también con una tolerancia cero hacia las redes criminales que en estos momentos trafican con personas y con sus dificultades sobre todo en este momento de post COVID”. La ministra informó también de que durante su visita oficial a <strong>Senegal</strong>, que tendrá lugar mañana, buscará “un diálogo con las autoridades senegalesas para trabajar en el tema migratorio”, todo ello “desde la corresponsabilidad, que es lo que caracteriza las relaciones entre España y sus vecinos de África del norte y del oeste”. Fuentes diplomáticas indicaron que uno de los objetivos del viaje, en el que González Laya será recibida por <strong>el presidente, Macky Sall; y por la recién nombrada ministra de Exteriores, Aissata Tall Sall</strong>, será la firma de un convenio en materia de seguridad social. <h5><strong>Grande-Marlaska en Marruecos</strong></h5> Al mismo tiempo, <strong>el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska</strong>, viajó ayer a Rabat, donde mantuvo una reunión de trabajo con <strong>su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit</strong>, con el objetivo de reforzar la cooperación entre ambos países en materia migratoria. Se trata del séptimo viaje oficial del ministro a Marruecos desde que se hizo cargo de la cartera de Interior en junio de 2018. Aparte, según informó el Ministerio, este viaje forma parte de <strong>la agenda internacional de Grande-Marlaska, centrada especialmente en la cuestión migratoria, y que en los últimos meses le ha llevado a visitar Argelia, Túnez y Mauritania. </strong> Durante su encuentro en Rabat, Grande-Marlaska trasladó a su homólogo marroquí la necesidad de <strong>incrementar la colaboración en los diferentes ámbitos de la política migratoria (control de los flujos, intercambio de información policial y operaciones contra las organizaciones criminales que trafican con personas, entre otros), especialmente en la ruta de la fachada atlántica hacia las Islas Canarias. </strong>Según el ministro del Interior, la actual presión migratoria en el Norte de África, “soportada también por Marruecos”, se debe en gran medida “a la grave situación de inestabilidad que atraviesan numerosos países del continente y los bajos índices de desarrollo que presentan, a lo que se añaden los efectos de la pandemia”. De acuerdo con las cifras oficiales del Gobierno, desde que comenzó la actual crisis migratoria en las islas Canarias <strong>han llegado al archipiélago más de 16.000 personas, una cantidad diez veces superior a la del año pasado en el mismo periodo</strong>. Aparte, esta cifra representa <strong>cerca del 47% de la cantidad total en España, la cual supone, de por sí, el 57% del total de la Unión Europea. </strong> <strong>Más del 50% de los inmigrantes son subsaharianos, cerca del 32% son marroquíes y el resto de países del Sahel.</strong> La mayoría de las embarcaciones salen de <strong>Mauritania y Marruecos</strong> y el problema se ha complicado con el deterioro de la situación de seguridad en el sur del Sáhara Occidental y, sobre todo, con la crisis del <strong>COVID-19</strong>, que ha generado graves consecuencias sociales y económicas en países que viven en buena parte del turismo y que no disponen de los sistemas de protección social que hay en España y otros países europeos. La pandemia también dificulta sobremanera la repatriación de migrantes irregulares debido a las fuertes restricciones de entrada impuestos por los países africanos, especialmente Marruecos.