<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que acompañó al Rey en la toma de posesión de Luis Arce como presidente de Bolivia, es uno de los firmantes de la “Declaración de la Paz”, suscrita por un grupo de ex mandatarios y dirigentes iberoamericanos de la izquierda y en la que califican al "golpismo de la ultraderecha" como principal amenaza de la democracia y la paz social.</strong></h4> Iglesias ha aprovechado su viaje a la capital boliviana para mantener contactos con dirigentes de formaciones de izquierda, muchas de ellas próximas al movimiento bolivariano. La declaración fue suscrita también por <strong>el propio Arce,</strong> así como por el<strong> ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, además del presidente de Argentina, Alberto Fernández; los expresidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Dilma Rousseff (Brasil), y el ex primer ministro griego, Alexis Tsipras (Grecia) y el propio Zapatero.</strong> También se sumaron a la declaración dirigentes de partidos de izquierda como <strong>Andrés Arauz, (Educador), Danien Jadue (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Verónica Mendoza (Perú), el líder de Francia Insumisa, Jean Luc Melenchon, y su homóloga en el Bloco de Esquerda portugués, Caterina Martins.</strong> El documento destaca que la crisis vinculada a la grave pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia las "principales debilidades" de las formas de organización social, informa Europa Press. Entre ellas se citan "la fragilidad de los sistemas de salud y de los servicios públicos; la erosión, resultado de años de neoliberalismo, de los mecanismos de protección social con los que cuentan los Estados; la insostenibilidad social, económica y ecológica de los modelos dominantes de extracción para exclusivo beneficio empresarial; y, con una intensidad especialmente preocupante, los peligros a los que se enfrentan los sistemas democráticos en todo el mundo". Pero además, los firmantes subrayan que actualmente la democracia está "amenazada" y solo basta analizar los "acontecimientos políticos de los últimos meses en Bolivia", que obligaron a Evo Morales a renunciar a su cargo, para constatar que la principal amenaza a la democracia y la paz social en el siglo XXI es el golpismo de la ultraderecha". "Una ultraderecha que se expande a nivel global, que propaga la mentira y la difamación sistemática de los adversarios como instrumentos políticos, apelando a la persecución y la violencia política en distintos países. Promueve desestabilizaciones y formas antidemocráticas de acceso al poder", recalcan estos los dirigentes y exmandatarios. También advierten de que esta "acción antidemocrática se potencia allí donde encuentra poderes comunicacionales a su servicio, que acumulando un inmenso poder de influencia, pretenden manipular y tutelar las democracias en defensa de sus intereses políticos y económicos". Por tanto y con motivo de la toma de posesión de Arce, han decidido designar la declaración con el nombre de la capital de Bolivia, país que se ha convertido "en referencia internacional de la respuesta ciudadana al golpismo". "Los firmantes de esta declaración, gobernantes, expresidentes y líderes progresistas en nuestros respectivos países de Iberoamérica y Europa, afirmamos nuestro compromiso histórico de trabajar conjuntamente por la defensa de la democracia, la paz, los derechos humanos y la justicia social frente a la amenaza que representa el golpismo de la ultraderecha", concluyen.