Javier Socastro
La población cubana se ha identificado históricamente como una nación claramente revolucionaria. Reconocen “haberse hecho a ellos mismos como país” a lo largo de más de un siglo de lucha, dejando para la historia destacados líderes como Fidel Castro, Che Guevara o José Martí. No obstante, desde la caída de la Unión Soviética a principios de los años 90, la economía y cultura cubana han quedado cada día más expuestas e inmersas dentro del fenómeno de la globalización contemporánea.
Un estudio de la universidad de Lancaster, Inglaterra, evaluó las consecuencias que están teniendo los nuevos tiempos en los jóvenes cubanos. Los resultados de este análisis apuntan a la generación Millennial como principal responsable de la erosión del sentimiento revolucionario cubano como se entendía hasta hace muy poco. Estos resultados se podían llegar a prever ya que son muy pocos los países cuya población no ha sido radicalmente influenciada por las fuerzas transnacionales de este tiempo. Sin embargo, esto se ha traducido en un porcentaje relevante de la población adulta en Cuba que ha dejado de comulgar con la misma Revolución por la que lucharon sus padres y abuelos en los años 50.
¿Y, por qué es tan interesante este estudio? Porque revela en la generación Millennial una separación de la identidad revolucionaria-comunista al mismo tiempo que una reivindicación de un nuevo concepto de “cubano revolucionario”.
Necesariamente, este hecho determinará el futuro del sistema político del país ya que el estudio muestra cómo los valores revolucionarios más comunista de Fidel, como por ejemplo la igualdad de clases y el antiamericanismo, se están diluyendo dentro de una Cuba cada día más global. Quizás dejando a un lado el sueño de Cuba Libre para perseguir El sueño americano.
Por otro lado, la primera generación de cubanos que no han vivido la Guerra Fría, pero sí la llegada de internet, se siguen auto definiendo como revolucionarios, lo cual es especialmente interesante. Según los resultados de este análisis, los Millennials cubanos continúan autodenominándose verdaderos revolucionarios, pero diferentes a los que fueron sus padres y abuelos. Valores como la independencia, la autodeterminación y la libertad, pueden ser tan Millennial como características de un joven rebelde, y así lo muestran en sus redes sociales. Sin embargo, el estudio indica que no son tantas las muestras de apoyo al Partido como las que generaciones anteriores demostraron ya sobradamente.
Estas diferencias generacionales dividen de alguna forma a la población. Por un lado, una sección más aferrada a un sentimiento colectivo de la revolución, y por otro una juventud más próxima al individualismo. ¿Vivirá Cuba en los próximos años una nueva revolución protagonizada por la juventud Millennial en favor de un gobierno más liberal? ¿O por el contrario continuarán los años de fuga de jóvenes cubanos, y así la consiguiente prolongación del apoyo al gobierno por parte de abuelos, padres e hijos Millennials que permanezcan en la isla?
Es cuestión de tiempo ser testigos de los cambios políticos y sociales que se avecinan en Cuba. El resultado del futuro en el país se tendrá que negociar entre una ciudadanía que continúa viendo cómo la juventud busca mejores oportunidades más allá de sus fronteras. O si por el contrario generaciones venideras serán capaces de incorporar tintes menos socialistas y más acordes a la identidad Millennial-Revolucionaria que tanto caracteriza al joven cubano de hoy en día.
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