<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha decidido enviar al diplomático Javier Gassó, como nuevo encargado de Negocios a Bolivia, en vísperas de que en ese país se celebren las elecciones generales, previstas para el próximo día 18, según fuentes diplomáticas.</strong></h4> Javier Gassó es actualmente subdirector general de Naciones Unidas y ejercerá la tarea que venía desarrollando, desde comienzos de julio, <strong>Jaione Cereijo</strong>, después de que los Gobierno de Madrid y La Paz decidieran dar un paso más en la normalización de las relaciones, deterioradas por los incidentes del mes de diciembre. Bolivia envió, por su parte a su embajada en España, como encargado de Negocios, al ex viceministro de Exteriores <strong>Gualberto Rodríguez</strong>. El envío de Gassó se produce a diez días de que vayan a tener lugar en Bolivia unas elecciones generales, de inciertos resultados, tras las cuales los partidarios de Evo Morales podrían hacerse de nuevo con la Presidencia del país, de la que fue desalojado hace menos de un año. Los sondeos dan una ventaja al candidato del partido de Morales, <strong>Luis Arce</strong>, sobre el ex presidente <strong>Carlos Mesa</strong>, pero podría ser necesaria una segunda vuelta, el 9 de noviembre. El Ejecutivo español ha decidido enviar ahora a un diplomático con más años de carrera que la actual encargada de Negocios, y con la expectativa de solicitar posteriormente para él, el plácet como embajador ante el Gobierno que surja de las urnas. Las dos embajadas quedaron sin personal diplomático durante varios meses, desde enero de este año, ( a excepción del cónsul en Santa Cruz de la Sierra, Agustín Uña) después de que el Gobierno provisional de la presidenta Jeanine Áñez, decidiera expulsar a la entonces <strong style="font-style: inherit;">encargada de Negocios española, Cristina Borreguero, y al cónsul en La Paz, Álvaro Fernández</strong>; y el Ejecutivo español respondiera expulsando al<strong style="font-style: inherit;"> encargado de negocios de la Embajada boliviana, Luis Quispe Condori, al agregado militar, Marcelo Vargas Barral, y al agregado policial, Orso Fernando Oblitas Siles. </strong>Además, España decidió que el embajador<strong>, Emilio Pérez de Ágreda</strong><strong>, </strong>que se encontraba de vacaciones y estaba a pocos meses de jubilarse, no se reincorporara a su puesto<strong>.</strong> La crisis bilateral se abrió cuando el 27 de diciembre del pasado año, policías bolivianos impidieron el acceso de dos coches de la Embajada de España a la residencia de la embajadora de México en La Paz, María Teresa Mercado, para recoger a los dos diplomáticos que habían ido a realizar una “visita de cortesía” en unas dependencias en las que se encontraban refugiados varios altos cargos del anterior Gobierno boliviano de Evo Morales. La encargada de Negocios española y el cónsul trataban de mediar, por indicaciones del delegado de la UE en la Paz,<strong style="font-style: inherit;"> León de la Torre,</strong> para buscar una salida a la situación de los refugiados. Bolivia lo consideró un atropello a su soberanía.