Encontrar una grieta en una pared es algo que se puede considerar habitual en cualquier casa o edificio, pero porque en la mayoría de ocasiones son grietas superficiales, que se deben a problemas como la humedad que agrieta la pintura.
Siempre hay que hacer un pequeño análisis de la fisura ya que, si esta es más profunda, debemos llamar a un profesional para que realice un estudio de la situación y ver si reviste gravedad.
Son diversos los motivos por los que una grieta puede aparecer en nuestras paredes y el que más gravedad reviste es el daño de la estructura, cuando la cimentación sobre la que se sostiene una construcción sufre cambios que afectan a toda la edificación. Esto se produce por modificaciones en el suelo, donde la acción del clima y la humana cambia los elementos que lo componen haciéndose más inestable.
Se debe inspeccionar el suelo con el material adecuado para conocer cuáles son los problemas y que zonas necesitan ser reforzadas. Una vez hecho el diagnóstico se debe decidir cuál es la mejor solución, en estos casos hay dos clases de cimentaciones que dan un gran resultado y son poco invasivas, como los micropilotes o la resina expansiva. Estás dos técnicas refuerzan la cimentación del edificio dándole la estabilidad necesaria y evitando que los daños vayan a más.
Al solucionar los problemas en la cimentación la estructura del edificio se recupera y la aparición de nuevas grietas se para por completo. Es recomendable tener un mantenimiento anual para asegurarse de que la edificación no sufre daños y adelantarse a posibles problemas futuros.