<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, alertó ayer de la necesidad de luchar contra el antisemitismo en todas sus facetas y contra el totalitarismo. Lo hizo al presidir en el Centro Sefarad-Israel el comienzo del Año Nuevo Judío, el 5781 de su calendario.</strong></h4> La festividad del <strong>Rosh Hashana</strong> llegará mañana, viernes, al caer la tarde y será celebrada por la importante comunidad judía en España, que se sitúa en torno a las 45.000 personas. En el acto de ayer, en el que también se concedió el <strong>Premio Corona de Esther</strong> al ex ministro de Transportes y ex presidente del Parlamento Europeo, <strong>Enrique Barón</strong>, estuvieron presentes, junto a la ministra la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, <strong>Marta Rivera de la Cruz;</strong> y la vicealcaldesa de la capital, <strong>Begoña Villacís</strong>, así como los representantes de las comunidades judías y de la Embajada de Israel. Abrió el acto el director del Centro Sefarad-Israel, <strong>Miguel de Lucas</strong>, quien, además de felicitar el Año Nuevo Judío, como hicieron todos los que intervinieron, se refirió a Enrique Barón como “un hombre de diálogo y de consenso en la diversidad” y como una persona que tiende puentes. A continuación, habló el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, <strong>León Benalbas</strong>, quien, entre otras cosas agradeció que la Comunidad de Madrid haya incluido en los planes de estudio la aportación de los judíos al acervo cultural español, una iniciativa que -dijo- espera se extienda a otras comunidades. Por su parte, el presidente de la Federación de Comunidades Judías en España, <strong>Isaac Benzaquén</strong>, agradeció al Gobierno español que el pasado mes de julio asumiera la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto. Tanto Benalbas como Benzaquén mostraron su deseo de que los recientes acuerdos firmados por Israel con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein “sean el preludio de una paz que lleve a la prosperidad y el progreso en la zona”. Tras ellos, intervino Begoña Villacís, quien afirmó que “tenemos una deuda inmensa con el pueblo judío que sólo podremos pagar con reconocimiento, agradecimiento y memoria para parar movimientos como el negacionismo o la intolerancia”. Marta Rivera de la Cruz aludió a «la hospitalidad y la sensibilidad» de los madrileños para acoger a quienes nos visitan y residen aquí, como es el caso de la comunidad judía, que en Madrid supone la población hebrea más numerosa de España. Agregó que “es la hora de los resistentes y de los luchadores” y que, de eso, “el pueblo judío sabe más que nadie”. A continuación, la ministra, la consejera y la vicealcaldesa hicieron entrega a Enrique Barón del galardón “Corona de Esther”, que anualmente concede el Centro Sefarad-Israel, y que, en esta ocasión reconoce en el premiado “sus aportaciones en pos del entendimiento entre los países que conforman la Unión Europea y el reconocimiento de minorías sociales como las comunidades judías". Enrique Barón, que preside actualmente la Fundación “Yehudi Menuhin”, agradeció la distinción y recordó que en 1991, siendo presidente de la Eurocámara, afirmó ante la Knesset, el Parlamento de Israel, su convicción de que “las tres culturas son parte de la identidad de España”, precisamente el mismo día que en Madrid se reunía la Conferencia de Paz de Oriente Medio. Cerró el acto la ministra de Asuntos Exteriores quien resaltó que la decisión de España, adoptada el pasado 22 de julio, de refrendar la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, “no fue tomada a la ligera, sino como fruto del compromiso de luchar contra el antisemitismo con todas las fuerzas y contra el totalitarismo, que son dos fenómenos que nos acechan”. Tras resaltar en Enrique Barón su “increíble humanidad, su increíble capacidad de escuchar y ponerse en los zapatos del otro y su capacidad para lograr consensos", terminó felicitando el Año Nuevo Judío.