<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Mauricio Claver-Carone, elegido ayer nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es partidario de que la sede de la institución en Europa se mantenga en Madrid y no sea trasladada a Bruselas como había decidido su antecesor en el cargo, Luis Alberto Moreno.</strong></h4> Claver-Carone fue elegido ayer presidente, en una reunión virtual mantenida por el directorio de 48 gobernadores del BID, para un periodo de cinco años, a pesar de la campaña desplegada en las últimas semanas por una parte de los países miembros del Banco para retrasar la elección hasta marzo del próximo año. Los opositores a Claver-Carone, liderados por Argentina argumentaban que con él se rompe una tradición de que el presidente del BID, que tiene su sede en Washington, sea un latinoamericano, pero tras el rechazo se encontraba también el hecho de que es el principal asesor del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos para asuntos de Iberoamérica. Sin embargo, horas antes de la celebración de la Asamblea, Argentina retiró a su candidato, Gustavo Béliz, y también se retiró la ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. Cláver-Carone ha dicho en varias ocasiones que su intención es frenar el traslado de la sede del BID en Europa de Madrid a Bruselas, decisión adoptada por Luis Alberto Moreno, una decisión que perjudica a España, que había logrado hacerse en 2012 con esa sede, hasta entonces ubicada en París. El nuevo presidente del BID cree que esa decisión debe ser adoptada por el directorio de gobernadores y ha manifestado su opinión de que Madrid es el lugar idóneo porque España es la puerta de Europa hacia América. Pertenece a una familia hispano-cubana, de Florida, en la que su padre era de Madrid, y ha vivido en España durante algún tiempo. Claver-Carone obtuvo, al parecer 30 votos a favor, que representan más del 66%, y 16 países se abstuvieron. Según Infobae, aunque el voto es secreto, trascendió que 16 países se abstuvieron, entre ellos, Argentina, Chile, México, Trinidad y Tobago, Nicaragua y algunos países europeos. El Gobierno español aseguró que se coordinaría con los países de la UE miembros del BID, pero, por ahora, no ha desvelado el sentido de su voto. El nuevo presidente del BID, que ha dicho que no se presentará a una reelección cuando pasen los cinco años de su mandato, es conocido por su línea dura hacia el régimen castrista de Cuba y el chavista de Venezuela. Desde septiembre de 2018 ocupa el cargo de asistente especial del presidente Donald Trump y director rincipal de la dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Desde la Casa Blanca ha liderado una iniciativa llamada “América Crece”, con la que busca apoyar el desarrollo económico en América Latina y el Caribe, catalizando la inversión del sector privado en proyectos de energía e infraestructura. El BID, principal fuente de financiamiento para el desarrollo de América Latina y el Caribe, nació en 1959 en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ha tenido cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005), y el colombiano Luis Alberto Moreno (2005-2020).