The Diplomat
Un grupo de activistas de Greenpeace simuló ayer un incendio forestal frente a la embajada de Brasil en Madrid para exigir mayor protección a la Amazonía, que registró en agosto 8.301 focos de fuego solo en el Estado de Amazonas, el mayor número de su historia, según la organización ecologista.
Los activistas esparcieron cenizas y ramas quemadas por el suelo y desplegaron una pancarta con el mensaje “Dejad de quemar la Amazonía”.
En un comunicado, emitido en la víspera de la celebración del Día de la Amazonía, el portavoz de la Campaña de Bosques de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto, afirma: “Mientras el presidente Bolsonaro sigue negando que la Amazonia esté en llamas y haciendo maniobras de marketing” -como el despliegue del ejército para combatir la destrucción de la selva-, “ésta sigue ardiendo”.