El 2020 pasará a la historia cómo el año del Covid-19. En definitiva, la pandemia tomó por sorpresa al mundo y nos obligó a cambiar nuestras rutinas y estilo de vida. A escasos 4 meses del fin de este particular año, hacemos un resumen de la influencia de las circunstancias en la expansión del internet.
Los medios digitales en general, tanto laborales como sociales, se han convertido en una parte indispensable de la vida cotidiana de todos en el mundo. En la actualidad, más de 4 mil millones de personas usan Internet para realizar pagos, revisar redes sociales, encontrar entretenimiento e incluso trabajar. Cuesta creer que apenas hace 30 años debíamos pagar las facturas en un sitio físico y ordenar algo desde otro país era casi que imposible.
El internet crece a una velocidad asombrosa, y con él las posibilidades. Hoy en día es poco lo que no podamos hacer en línea y, cada día son más las empresas que se “digitalizan” para estar al ritmo con las necesidades de los consumidores. Ordenamos comida en línea, pagamos con tarjeta virtual, gestionamos las actividades de trabajo en Asana o buscamos nuevas oportunidades de empleo en Freelancer.
Salir de casa dejó de ser una necesidad a una opción, incluso si buscamos entretenimiento. Para una noche de diversión podemos encontrar juegos exclusivamente online o incluso apostar desde casa en casinos online. En el caso de los casinos online, si bien el apostar en un casino local es toda una experiencia, con frecuencia esto queda en segundo plano comparado con la comodidad de apostar desde casa.
EL PIE EN EL ACELERADOR
El internet crecía de manera exponencial antes del coronavirus Covid-19. Sin embargo, las cuarentenas estrictas y las limitaciones a la movilidad fueron el impulso inesperado que llevó a casi todas las empresas, públicas como privadas, a reinventarse. Si los clientes o usuarios no podían acercarse a sus oficinas, las oficinas debían ir a los usuarios. Tal fue el caso de las embajadas que incursionaron en España con tele-embajadas.
Poco a poco el mundo ingresa a una nueva normalidad que implica libertad con condiciones; usar mascarilla en espacios concurridos, lavarse las manos con frecuencia, etc. Es curioso hablar de una “nueva normalidad” a tan solo 10 meses de que el coronavirus Covid-19 y sus consecuencias fueran algo de que preocuparnos. Con esperanza nos encerramos esperando volver a la normalidad y cuando abrimos la puerta el mundo ya había cambiado.
El cambio que enfrenta el mundo, especialmente el crecimiento acelerado de la digitalización no es algo negativo, sino inesperado. De un momento a otro, todo aquel que no estuviera en línea no existía o no podía seguir existiendo. Los comercios que no estaban en línea se vieron en la obligación de virtualizarse, todos los que retrasaban su ingreso al mundo digital no tuvieron otra opción que unirse al bando .com y reinventarse.
Lo que no esperaban los comercios, las empresas que implementaron el teletrabajo, el gobierno con plataformas virtuales e incluso las personas particulares es que “reinventarse para sobrevivir” se convirtiera en una forma mucho más económica, practica y segura de vivir.
HABLEMOS EN CIFRAS
El teletrabajo en España correspondía al 5% en 2019 y, en 2020 se incrementó al 34%. Las encuestas realizadas a las diferentes empresas que incursionaron en el teletrabajo reportaron que, al menos el 68% de éstas mantendrían el modelo de teletrabajo incluso después de la pandemia.
El Shopping Index de Salesforce, que analiza la actividad de más de 500 millones de compradores en todo el mundo, reportó que, para el segundo trimestre del año en España las compras online incrementaron al 66%. Este porcentaje corresponde a los meses de mayo, junio y julio. Cabe destacar que, al comienzo de la cuarentena este porcentaje se encontraba en un 50% de incremento y que, al momento en que se levantaron las restricciones aumentó en lugar de volver a la “normalidad”.
NO HAY UNA NORMALIDAD A LA CUAL REGRESAR
No sólo no hay forma de volver a la normalidad, sino que tampoco es algo deseable. Sí, todo sucedió tan rápido y tan de repente que no tuvimos tiempo de asimilarlo o siquiera analizarlo. Usted mismo mientras lee este articulo probablemente encuentre todos esos pequeños cambios permanentes que el 2020 dejó en su vida, mucho más notorios y determinantes que los cambios en años anteriores.
Soy optimista al considerar que, si bien el mundo avanza a pasos veloces a una digitalización que “elimina” el contacto entre personas, la necesidad de convivir es más fuerte. Encontrar todo en línea tiene muchos beneficios, entre los que se encuentra obtener más tiempo para compartir en familia o con nuestros seres amados. En un mundo donde todo esta online, las personas que están frente a nosotros se vuelven más valiosas.