Gabriel Cortina
Director de Artículo30
La reciente dimisión del primer ministro japonés, Shinzo Abe, pone de manifiesto dos asuntos relevantes para la agenda política y que él mismo ha reconocido en su último comunicado: la reforma de la Constitución en lo que afecta a los asuntos de seguridad, y las disputas territoriales con Rusia por las Islas Kuriles (Territorios del Norte). Otro más podría ser las discrepancias con Corea del Norte. Todas ellas afectan a la diplomacia de defensa de la tercera economía mundial y son asuntos estratégicos que deberá abordar el sucesor de Abe, así como los candidatos que se presenten a las elecciones del próximo año. Los intereses de Japón se encuentran en el epicentro geopolítico global, que es el eje Asia-Pacífico, y tienen a un lado a China, como amenaza emergente, y a otro a Estados Unidos, como aliado y socio estratégico. Junto a ello, las misiones y las capacidades de las Fuerzas de Autodefensa son una de las cuestiones centrales en la política japonesa.
La presencia en operaciones internacionales, la cobertura de seguridad de los intereses nipones en otras regiones o los compromisos con los aliados implican un nuevo rol para la autodefensa colectiva. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y las posteriores décadas de la Guerra Fría han dado paso a un nuevo escenario que implica una respuesta realista. La relación bilateral con Washington está consolidada, aunque hay matices en las implicaciones regionales. La Península de Corea afecta de manera directa a la agenda diplomática de Tokio: como amenaza, el Norte, con sus ensayos con misiles nucleares; y como socio y aliado, el Sur, a pesar de los desacuerdos por motivos históricos.
No se prevén cambios significativos en la dirección emprendida por Abe, expresada en la Estrategia de Defensa Nacional de 2013, pero el sucesor necesitará fuerza y energía para completar las reformas que implican continuar con la dirección marcada y que es compartida por los principales partidos. El sustituto deberá afrontar las transformaciones anunciadas que han quedado por terminar. Entre los candidatos del Partido Democrático Liberal (PDL) figuran Taro Kono, actual ministro de Defensa; Fumio Kishida, ministro de Asuntos Exteriores entre 2012 y 2017; Shigeru Ishiba, que fue responsable de Defensa durante los años 2002 -2004.
La hoja de ruta en la política exterior y de seguridad está definida y encaminada, con cimientos sólidos. Una potencia económica necesita unas capacidades acordes con su tamaño y ambición, que puedan asegurar su desarrollo. Afrontar las disputas territoriales en una región tan compleja como la asiática implica un enfoque pragmático. Por esa razón, Japón -que es un Estado marítimo- necesita ir configurando una disuasión creíble y fomentar la cooperación en todos los ámbitos posibles.
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