Alberto Rubio
Director de The Diplomat in Spain
Yoo Myung-hee, actual ministra de Comercio de la República de Corea, no es una política cualquiera. En realidad no es una política, entendido como que ha centrado su carrera en la política de partidos. Su biografía indica que llegó al cargo de ministra después de una larga carrera como funcionaria en distintos ministerios, fundamentalmente relacionados con el comercio. Empezó desde abajo. Y cada paso que ha dado, ha ido encaminado a mejorar y aumentar sus conocimientos sobre el comercio mundial desde un punto de vista estrictamente técnico, sin inclinaciones políticas ni ideológicas.
Por eso su candidatura para ser directora general de la Organización Mundial del Comercio tiene muchísimo sentido. Y no sólo porque entre sus propuestas figura la de transformar ese organismo para que sea capaz de responder adecuadamente a los cambios del comercio actual, y en particular solventar los conflictos de intereses entre países desarrollados y en vías de desarrollo. También porque se propone solucionar el conflicto comercial entre Estados Unidos y China. Y eso son palabras mayores.
En cuanto al primero de sus objetivos, ella misma lo dejó claro en la presentación de su candidatura: “Corea del Sur puede convertirse en un puente, conectando países en desarrollo y países avanzados”. Y respecto al segundo, Yoo se propone “coordinar transparente y razonablemente los conflictos de intereses entre Estados Unidos y China”.
Puede parecer una mera promesa de campaña, pero si alguien es capaz llevar a cabo ambos objetivos es esta mujer coreana, a mitad de camino entre ambos mundos y con un conocimiento muy profundo de la relaciones comerciales globales. Yoo tiene amplia experiencia y ha participado en numerosos acuerdos comerciales y negociaciones con grandes potencias, incluido los Estados Unidos.
Un detalle que explica la personalidad de Yoo Myung-hee es que, en 1998, cuando pasó a trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio, sintió la necesidad de mejorar su preparación para entender mejor el comercio y fue a estudiar un Doctorado en Jurisprudencia en la Universidad de Vanderbilt. Una gran mayoría de funcionarios, después de seis años en su puesto, se hubieran acomodado en un trabajo seguro y fácil. Ella no.
Yoo, que goza de un notable prestigio en círculos comerciales, se propone también contribuir al crecimiento económico y el desarrollo de África, América Latina y Asia-Pacífico compartiendo la experiencia coreana en el desarrollo de un rápido crecimiento económico. Si lo logra, habrá dado un importante paso adelante para equilibrar el comercio mundial y, de paso, las relaciones políticas globales. No será fácil, pero no es imposible.
Hay otros cuatro candidatos a ostentar el puesto, procedentes de Egipto, México, Nigeria y Moldavia. Habrá que considerar sus aptitudes para el cargo, pero tendrán que ser realmente destacadas para competir con la mujer a la que en su país se conoce como la “rompedora de los techos de cristal”.
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