Embajador José María Liu
Representante Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España
Los países defensores de valores como la libertad, la democracia y los derechos humanos tenemos una tarea común, que es la de defender la democracia en todo el mundo. Como representante de un país democrático (Taiwán) en otro que también lo es (España), quiero aprovechar esta tribuna para hacer un llamamiento a toda la comunidad internacional, así como al gobierno y al pueblo español, para que condenen enérgicamente y de forma conjunta la recientemente aprobada Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, impuesta por China, que socava los valores de libertad, democracia y derechos humanos, y se opongan así a la pretendida expansión hegemónica de China.
La aprobación de la citada Ley supone un intento de “pisotear la democracia y los derechos humanos” no solo en la antigua colonia británica, sino en todo el mundo. La utilización por parte de China de un gobierno autocrático demuestra que “la autocracia y la democracia son incompatibles”.
Esta Ley da por finiquitada la fórmula de “un país, dos sistemas” prevista para Hong Kong. Ello constituye una “grave renuncia” al compromiso que China adoptó en su día, violando gravemente la Declaración Conjunta Sino-Británica que regulaba el futuro de Hong Kong.
Taiwán considera que si la comunidad internacional no toma ninguna contramedida ante la actitud de China y su ambición por imponer su voluntad y remodelar el orden internacional, el Partido Comunista Chino extenderá su “sistema autocrático” y “tomará un papel de liderazgo en la configuración del orden político y económico internacional”. Con su actitud, queda claro que China está aprovechando su creciente poder político y económico en un “esfuerzo incesante para infiltrarse en la comunidad internacional y difundir su ideología”.
Pensados para reprimir a las fuerzas democráticas de Hong Kong, los cuatro principales delitos recogidos en la citada Ley son los de secesión, subversión, organización y perpetración de actividades terroristas y colusión con un país extranjero o elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional. Esto refleja que China quiere extender el alcance de la Ley no solo al territorio de Hong Kong, sino a todo el mundo, tratando de aislar a Hong Kong de la comunidad internacional y de consolidar su sistema autocrático.
Además, la alusión que hace la citada Ley al delito de secesión referido a la separación de Hong Kong o de «cualquier otra parte» de China, demuestra la intención de utilizar esta Ley para imponer restricciones a las relaciones a través del Estrecho de Taiwán, y colocar a Taiwán como “próximo objetivo”.
Dado que Taiwán ocupa una posición clave en la salvaguarda de la democracia en Asia, y su supervivencia y desarrollo son “clave para la paz y la estabilidad regional”, esperamos que la comunidad internacional tome en serio este asunto, apoye conjuntamente al pueblo de Hong Kong y proteja al mismo tiempo a Taiwán, país que ocupa la “primera línea de defensa de la comunidad democrática global”.
Desde Taiwán instamos a la comunidad internacional a unirse para contrarrestar la expansión hegemónica de China y a trabajar colectivamente para salvaguardar el sistema democrático y protegerlo de la destrucción a manos de una China totalitaria.
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