The Diplomat
La crisis sanitaria por el COVID-19 y el frenazo de la actividad económica durante el estado de alarma han provocado en España la destrucción de 1.074.000 puestos de trabajo y el aumento del número de parados en 55.000, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año.
Se trata del mayor retroceso en la serie histórica, iniciada en 1976, ya que supone que durante el confinamiento, el paro subió un 1,6% más que en el trimestre anterior y la ocupación disminuyó en un 5,4 %.
El dato de paro registrado durante estos tres meses es el peor en un segundo trimestre desde 2012, cuando el desempleo subió en 63.100 personas, mientras que el descenso de la ocupación ha superado todos los registros históricos de la EPA, incluidos de los de la crisis de 2008.
Al finalizar junio, el número total de parados se situó en 3.368.000, su mayor cifra desde el segundo trimestre de 2018, en tanto que el número de ocupados bajó hasta 18.607.200 personas, el menor desde el primer trimestre de 2017. La tasa de paro, por su parte, escaló nueve décimas, hasta el 15,33%, la más elevada desde el primer trimestre de 2018, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), que destaca que la EPA del segundo trimestre continúa reflejando la situación creada por la pandemia del coronavirus.
Estadística recuerda que en el más de un millón de empleos perdidos entre abril y junio no se incluye a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) de suspensión de contrato, ya que la metodología EPA los considera ocupados.